El estilo desquiciadamente locuaz de hacer política de Alejandro Armenta Mier a menudo termina en ridículo. Y cuanto más grande es la apuesta del senador, ese ridículo se convierte en hipérbole: ridiculazo.

 

La apuesta de impulsar a Fredy Erazo era un despropósito, un capricho irracional de Armenta, pues sabía que lo conducía a un camino de traición con el gobernador Barbosa, a quien se había propuesto seducir fingiendo docilidad para que le allanara el camino a 2024.

 

Casi lo logra, pero el capricho Fredy Erasmo Catarino hizo que se le cayera la máscara.

 

Ahora Barbosa sabe que Armenta es su más grande enemigo, y que si lo desafió así en la cúspide de su poder, ¿qué intentará en su contra si llega a la gubernatura en 2024? ¿Lo va a querer meter a la cárcel? ¿A sus colaboradores más cercanos?

 

 

Por supuesto que lo más conveniente para Armenta era continuar fingiendo docilidad: preguntarle al gobernador el perfil más conveniente para impulsarlo en el Senado. Quedar bien con el gobernador, una táctica siempre exitosa, pues en la política para triunfar a veces se necesita ser medianamente inteligente y muy barbero.

 

Preguntarle al gobernador, consultarle, era lo políticamente correcto, pero Armenta tomó el camino de las cabras del monte: ingobernables. Así es y nunca va a cambiar. No es confiable.

 

Porque de todas las opciones, Erazo era la peor por haberse inmiscuido en el complot, la fantasía de asesinar a Barbosa. Un ensueño maldito que quedó grabado en un audio en que comparte la fantasía asesina junto a Violeta Lagunes y Edgar Moranchel.

 

Fue la primera muestra de que era un personaje oscuro. Después se descubrieron sus nexos como abogado de criminales como El Grillo, quien recibió órdenes de Eukid de matar al gobernador. Y no con una inyección de miel.

 

Total, Erazo era intransitable en Casa Aguayo. Colocarlo como magistrado electoral, todo un desafío.

 

Pero el gobernador todavía le dio dos oportunidades de recapacitar a Armenta cuando censuró y descalificó la aspiración de Erasmo Catarino públicamente en sus conferencias mañaneras.

 

Y ni así retrocedió el senador que llevó la traición hasta sus últimas consecuencias.

 

Quien cree que un gobernador puede ser traicionado impunemente es que no entiende nada de la política. Así quedó Armenta, a quien todas sus derrotas le han enseñado poco, como que la cercanía con Monreal no le asegura nada en su obsesión por hacerse de la gubernatura en 2024.

 

Como anécdota que suma al ridiculazo, Fredy Erasmo Catarino, en el estilo locuaz de su jefe, denunció un atentado en su domicilio de Flor del Bosque, aduciendo un supuesto incendio provocado que puso en riesgo a su familia.

 

Igualito a Armenta que en la campaña de 2015 hizo el montaje de una supuesta agresión de la policía estatal en la carretera a Tepeaca.

 

No existió ni el atentado ni el incendio, pues la SSP certificó que el magistrado electoral con más corta vida en la historia de Puebla dejó prendida su chimenea, probablemente bajo el influjo del alcohol.

 

Ahora, Fredy Erasmo Catarino vuelve al desempleo momentáneo, pues es previsible que su amo le dé un cargo rimbombante en el Senado y le vuelva a pagar sus asesorías.

 

El que va a pagar las consecuencias políticas será Armenta, a quien se le cayó la máscara de dócil y ahora Barbosa sabe que es su peor enemigo.

 

Toda una comedia involuntaria.

 

*** Lo que opina Barbosa de Nacho Mier: Lo dijo el gobernador en su larguísima entrevista con Mario Alberto Mejía. El que sepa leer, que lea.

 

“Mier: Hombre preparado, grande político, está viviendo su mejor momento de su vida política porque ya llegó a espacios nacionales, me debe de ayudar, si busca la reelección y lo consigue debe ayudarme, hablo con él, entiendo perfectamente que el ser gobernador implica tener cuidado en las relaciones institucionales, hablo con personas comunes como yo, Mier es un hombre talentoso con el que hay que hablar”.