Pese a contar con 18 años de servicio en la Secretaría de la Defensa Nacional, Marco Antonio R no fue homenajeado por la institución y sus familiares aseguran que no han recibido ningún apoyo, esto bajo el argumento de que viajaba en presunto estado de ebriedad al momento de volcarse a bordo de un Jeep de la Sedena en el entronque del Bulevar Aeropuerto y la Autopista México-Puebla.
Fue el sábado al mediodía cuando el cuerpo de Marco Antonio Rodríguez de 38 años fue enterrado en el Panteón Municipal de su natal San Felipe Hueyotlipan, tras perder la vida el jueves 22 de julio cuando se volcó el Jeep en el que viajaba junto con dos de sus compañeros, quienes resultaron heridos.
Durante el entierro, los familiares de este militar, quien apenas hace quince días había regresado de Guadalajara para incorporarse al destacamento de Huejotzingo, aseguraron que la Sedena no autorizó que fuera sepultado portando su uniforme y que no le realizaría ningún homenaje a este elemento debido a que presuntamente iba en estado de ebriedad al momento del accidente en el que perdió la vida.
Lo anterior fue rechazado por los familiares de Marco Antonio R, quienes aseguraron que los resultados de la necropsia no arrojaron ninguna sustancia en el cuerpo de este soldado, además de que manifestaron que él no bebía.
Además de no homenajearlo, los familiares de Marco Antonio R criticaron que la Sedena los haya abandonado y no les otorgara ningún tipo de apoyo, asegurando que el único apoyo que recibieron fueron un total de nueve mil pesos que juntaron los compañeros de este elemento castrense, los cuales utilizaron para adquirir el féretro.
Marco Antonio Rodríguez de 38 años, se desempeñó durante 18 años como integrante del Ejército Mexicano, era originario de Santo Tomás Hueyotlipan y actualmente vivía en el municipio de Amozoc junto con su esposa y sus dos hijas de 15 y 11 años de edad.
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Carlos Rodríguez/Huejotzingo
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