Tras el zafarrancho registrado en plena misa dominical en la iglesia de San Juan Bautista de Cuautlancingo, en donde mayordomos y fiscales pidieron que el padre Mario Pérez Pérez aclare el destino de más de un millón y medio de pesos, las actividades parroquiales y patronales están suspendidas hasta nuevo aviso, por lo que se prevé un nuevo conflicto entre los feligreses de este templo religioso.
Durante el zafarrancho del domingo, los mayordomos y fiscales del templo religioso acusaron que el párroco Mario Pérez no ha aclarado el destino de más de un millón y medio de pesos obtenidos supuestamente para la construcción de la nueva capilla de adoración, obtenidos a través de una rifa que organizó el año pasado, así como de los más de 120 mil pesos que mensualmente recauda la iglesia de San Juan Bautista.
Asimismo, acusaron que jamás les fue presentado el proyecto para la edificación de la nueva capilla de adoración, pese a que el párroco aseguró que desde diciembre del año pasado les hizo de su conocimiento la propuesta.
Por su parte, a través de un comunicado la arquidiócesis de Puebla acusó que los rijosos que irrumpieron en plena misa dominical para agredir al párroco de la iglesia de San Juan Bautista, ingresaron a este templo religioso en estado de ebriedad.
Ante tal situación, advirtieron que el párroco Mario Pérez procederá penalmente en contra de las personas que ingresaron al templo religioso por los delitos de agresiones e invasión de una propiedad federal.
En medio de este conflicto, las actividades religiosas y patronales de la iglesia de San Juan Bautista se encuentran suspendidas temporalmente, sin embargo, existe el riesgo de que la fiesta patronal que se realiza en los siguientes días quede completamente cancelada, debido a las diferencias que existen entre el párroco, los fiscales y mayordomos.
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Ray Cardoso/Cuautlancingo
@Diario_Cambio