El Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla (Cobaep) funciona como la bolsa de trabajo particular de familia, amigos y hasta amantes de los directivos que tienen el control de la institución, al grado de que existen 44 casos de trabajadores que entraron por el único mérito de tener algún tipo de vínculo con los altos mandos.
Tan solo por parte del director general, Santos Alfonso Serrano Méndez, hay cuatro puestos asignados ‘mañosamente’.
Y en el círculo más cercano a Santos Serrano, el director administrativo, Gerardo Ávila Aguilar, ingresó a siete ‘consentidos’; mientras que el subdirector de Planeación, Delfino Hernández Espinosa, empleó a otros cuatro. Por lo que en total 15 personas resultaron favorecidas por ‘llevarse bien’ con estos funcionarios.
De acuerdo con filtraciones periodísticas que fueron cruzadas en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), se pudo comprobar que el director Santos Alfonso Serrano metió a trabajar a sus amigos Manuel de Jesús Márquez Hernández y Roxana Sánchez López, su prima Eider Karen Flores Serrano e incluso a su amante, Maricruz López García, según reconocieron las fuentes.
El director administrativo, Gerardo Ávila, es buen tío y metió a trabajar a seis de sus sobrinos: Diana Ávila Solís, Lilia González Ávila, Florinda Solís Montiel, Fernando Irvin Barragán Aguilar, Ingrid Aguilar Torres y Santiago Ávila Placido, y también a su novia, Joaquina Pérez Manrique.
Finalmente, y para no desentonar, Delfino Hernández metió a dos sobrinos, Pedro Hernández Graciano y Esmeralda Briones López, a la hermana de su pareja, Miriam Astorga Munguía, y por supuesto a su pareja, Patricia Astorga Munguía, a quien, al llegar él a Planeación, de inmediato la puso como directora en el plantel 26, de Chachapa; hace unos meses la enviaron a dirigir el plantel 2, de Angelópolis.
Además de estos 15 trabajadores que fueron beneficiados por sus estrechos lazos con los tres más altos mandos, existen otros 29 que también aplicaron el ‘enchufismo’ para conectarse a través de sus parientes y amigos, aunque ya no se incluyeron más amoríos, pues eso sólo fue una facultad de los de hasta arriba.
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Mariana Cervantes
@marcervantesp