El café no es lo mismo sin la cafeína, y esta es la que puede llegar a repercutir en nuestro organismo. Teniendo en cuenta lo anterior, podemos analizar lo que pasa si dejamos de consumir cafeína.
Duermes mejor
Una de las principales ‘virtudes’ del café es que nos brinda energía; sin embargo, también quita el sueño, por lo que el tomar café, sobre todo por la tarde-noche, afectará el ciclo del sueño de las personas.
Dolores de cabeza
No te preocupes, esta sensación se irá atenuando conforme pasen los días después de consumir café. ¿Por qué ocurre esto? Relacionado con el tema anterior, la cafeína afecta directamente a la adenosina, una sustancia producida por nuestro cerebro que es la encargada de regular la actividad neuronal relacionada con el cansancio y el sueño.
Lo que hace la cafeína es que ‘neutraliza’ la adenosina y por ello es que se nos quita el sueño. Sin embargo, cuando dejas de tomar café, estás eliminando de tu organismo un estimulante, la adenosina aumenta y, por ende, duele la cabeza.
Estreñimiento
Por irreal que parezca, el dejar de golpe el café puede provocar estreñimiento. ¿Por qué? Esto se debe a que, entre los beneficios que otorga esta bebida se encuentra el aceleramiento del metabolismo, lo que significa una mejora en el movimiento intestinal. También es diurético.
El estreñimiento provocado por eliminar la cafeína del organismo es un efecto que, al igual que con los dolores de cabeza, puede pasar con el paso de los días.
Estrés, irritabilidad y síntomas derivados
El café, como se mencionó anteriormente, es un estimulante, por lo que al dejarlo de golpe -sobre todo cuando estás costumbrado a consumirlo de forma recurrente- estás dejando a tu cuerpo en un estado de ‘abstinencia’, pues el café puede provocar cierta ‘adicción’.
Cuando una persona entra en estado de abstinencia después de haberle sido retirado algún estimulante, es común que experimente sensaciones como estrés, irritabilidad, ansiedad, insomnio o cambios de humor, por mencionar algunos. Sin embargo, estos se van con el paso del tiempo, pues entras en estado de ‘desintoxicación’.
Mejoran tus dientes
El esmalte de nuestros dientes suele ser muy sensible, por lo que al estar expuesto constantemente a algún alimento o bebida ‘irritante’, también perjudica nuestra sonrisa ya que los dientes se hacen amarillentos.
En el caso del café, al ser una bebida ácida, afecta a la apariencia de los sientes. Al dejarlo, puedes evitar el daño al esmalte dental; si este ya se encuentra afectado, será más difícil revertir este efecto.
Con información de El Financiero
Redacción Diario CAMBIO
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