Jueves, 02 de Mayo del 2024

Conoce a Ricardo Andrade de estudiar Derecho en la BUAP, trabajar en la Marina al Rey de la Cemita en USA (VIDEO)

Viernes, 02 Diciembre 2022 13:15
Conoce a Ricardo Andrade de estudiar Derecho en la BUAP, trabajar en la Marina al Rey de la Cemita en USA (VIDEO)

El poblano ha conquistado Estados Unidos con el platillo típico, las cemitas. Y aunque ahora tiene una gran corporación, su sueño sigue creciendo, pues buscara conquistar Canadá

Redacción Diario CAMBIO

@Diario_Cambio



Ricardo Andrade es un poblano que estudió la licenciatura en Derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), trabajó en la Marina y actualmente es conocido como el Rey de la Cemita en Estados Unidos.



De acuerdo con una entrevista que le realizó el periodista Carlos Martín Huerta, Ricardo Andrade narró su experiencia como comerciante y todo lo que ha pasado para lograr convertirse en el Rey de la Cemita.



¿Quién es Ricardo Andrade?



Ricardo Andrade es un poblano que nació en la 2 norte, número 307, en la casa de sus abuelos maternos, donde sería su hogar debido a que su mamá quedó viuda.


Estudió en la Escuela Primaria José Cleotilde Torres Ramos, posteriormente la Secundaria en el Benemérito Instituto Normal del Estado, luego la preparatoria la curso en el Centro Escolar Aparicio.


Para finalmente estudiar la licenciatura en Derecho en la BUAP, la cual terminó cuando tenía 23 años de edad.



¡Yo quiero ser abogado para ayudar a la gente!



Ricardo decidió ser abogado tras una trágica historia familiar, pues desafortunadamente su abuelo murió en un hospital luego de ser atropellado.


Sin embargo, su familia no sólo se enfrentó a la perdida, sino también al abuso de autoridad. Pues el abogado que llevaba el caso de su abuelo, hizo que su abuelita firmara un documento sin saber exactamente que decía y por ello no recibieron la indemnización correspondiente.



El Licenciado en Derecho



Cuando Ricardo inicia sus estudios universitarios se muda de la casa donde vivía con su madre contadora, sin embargo, aún dependía de ella económicamente.


Tras graduarse como Abogado Notario y Actuario, cuenta que exactamente un domingo en un departamento por Villas Monarca en Puebla. Cuando no tenía dinero, pero tampoco quería pedirle a su mamá.


Se percató que cerca de ahí había una fábrica de telas donde pagaban 150 pesos por descargar los tráilers, por lo que decidió pedir trabajo y le dieron 200 pesos.


Pero lo que recibió pues no lo tuvo satisfecho, por lo que recordó que sus amigos de la infancia que vivían Atlixco se habían ido a Nueva York, lugar donde hicieron su vida y él les comentó que quería irse.


Ante la crisis que vivía en México, decidió irse a Estados Unidos, esto a escondidas de su mamá, y pidió ayuda a un amigo que en algún momento le ayudó con unos problemas legales.



El cruce por la frontera “el calor del desierto era infernal”



El ahora Rey de la Cemita, reveló que en ese momento el “pollero” le indicó que debía llevarse una mochila con un cambio de ropa, es decir; ropa interior, un pantalón y una camisa. Llegando a la frontera comprarían víveres, para su largo camino.


En ese entonces el “pollero” le cobró mil 500 dólares para llevarlo a Nueva York, dinero que pagarían sus amigos luego de que llegará a Arizona.


Durante cinco noches vivió una experiencia muy difícil, pues sólo llevaba un garrafón de agua con 2 litros y medio, además de 6 latas de atún que se le acabaron.


En ese oscuro camino, se encontraron a dos jóvenes a medio desierto que querían suicidarse y ya estaban muy “norteado”, pero Ricardo decidió donarles su agua y con ayuda de los demás prendieron una fogata para que otras personas fueran a rescatarlos.


Tras dejar su liquito vitar, se vio en la necesidad de beber agua de los Jagüeyes de los Ranchos.


Su caminata de 10 horas para llegar a Estados Unidos era por las noches, esto debido al intenso calor que se siente en el desierto y solían refugiarse en cuevas, corriendo el riesgo de ser picados un alacranes o víboras.


Posteriormente una camioneta lo recogió junto con los otros migrantes y los llevaron a una casa de seguridad donde finalmente pudieron comer. Pero otra vez pasaron por él para llevarlo a Los Angeles California.



La llegada a Estados Unidos



El primer trabajo que tuvo Ricardo fue de lavaplatos, el cual le consigue su amigo de Atlixco, donde tenía que lavar muchos trastes, parrillas y aspirar el restaurante por 250 dólares que le pagaban a la semana.


Conforme paso el tiempo fue ascendido a cocinero y ahora le pagaban 600 dólares a la semana, pero, además, compro un carro y empezó a llevar a las señoras a donde quisiera, (un taxi pirata), los viernes y sábados trabajaba toda la noche llevando cerveza y botanas a sus paisanos, lo que ahora conocemos como repartidor.


Pero tan solo en esos “viajes” de fin de semana, se gana mil dólares.



Regreso a mi tierra



Ricardo tenía claro que sólo se iría por dos años al extranjero y regresaría para pagar su título, además de que su mamá siempre le recorvada que había estudiado y no tenía la necesidad de “matarse trabajando en otro lado”.


Tras su llegada a México, entro a trabajar a la Marina como teniente de corbeta y lo manda a la región de Cancín como abogado, pero se da cuenta que su primera quincena no se compara con lo que ganaba en Estados Unidos.


Aunque, aprovechó el estar trabajando ahí para ir al consulado en Cancún, vestido de marino, y tramitó su visa de turista por 10 años, al mismo tiempo se da de baja en la Marina y se regresa a EU.



Otra vez en Estados Unidos



Tras regresar a EU, llega al restaurante donde estaba, pero le ofrecen un trabajo en una compañía de plásticos en New Jersey, pero tuvo un accidente y fue sometido a dos cirugías.


Aunque ya tenía documentos para estar en el extranjero, no podía trabajar, por lo que rentó unos papeles y así pudo cobrar sus ingresos.


Tras el accidente recibió una compensación de 600 mil 000 dólares menos 250 mil 000 de impuestos, pero el dominicano, Don Andrés (quien le rentaba sus papeles) no le quiso pedir nada de lo que le habían dado.


Entonces nuevamente, Ricardo, decide regresar a México, pero Don Andrés le da una idea, lo que sería su primer negocio.


Ricardo sí regresa a México, pero ahora va a Atlixco y empieza a llevar queso, quesillo, rotilla, mole y objetos de valor a sus paisanos que estaban en Estados Unidos.


Luego se le ocurrió llevar barbacana y vendía la libra a 25 dólares, con eso pagaba su boleto de avión.



La gran idea de las cemitas “pero con pápalo” CEMITAS PUEBLA CORPORATION



Vamos a comer! Festival de la Cemitas será del 29 de abril al 1 de mayo


El siendo poblano y un gran empresario, decidió llevar por primera vez 300 cemitas, las preparó, puso una cartulina en su tienda y en tan sólo 30 minutos las vendió.


Al darse cuenta que “ahí estaba el negocio” construyó un horno para elaborar el pan de cemita, con el paso del tiempo empezó a comercializarse el quesillo y ya no tenía necesidad de venir por el a Puebla.


Actualmente su corporación, cuenta con dos mil 600 trabajadores para producir 40 mil cemitas diarias, cifra que tiene como límite, pues asegura que todos tienen derecho a vender.


Todo poblano sabe que una cemita sin pápalo, pues no es cemita, motivo por el cual compra a comercializadoras que lo exportan desde Huixcolotla y todo el año su producto tiene este ingrediente clave.


Actualmente tiene 84 tiendas de cemitas en diferentes zonas de Estados Unidos, pero Ricardo sigue siendo una persona inquieta y su nueva menta es conquistar Canadá con su platillo poblano.

Google News - Diario Cambio