Mónica Rodríguez Della Vecchia, diputada local de Acción Nacional, declinó a una candidatura federal este 2024 porque le querían aplicar el voto cruzado como el boicot que empleó Eduardo Rivera, en complicidad con el entonces gobernador Miguel Barbosa, en 2021.
Con base en una declaración de la diputada, de cara a las elecciones de 2024, su distrito 9 fue asignado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) dentro de la alianza PAN-PRI-PRD, impidiéndole postularse para la reelección.
En estas elecciones le ofrecieron competir por el distrito 9 federal, pero decidió no aceptar debido a un asunto personal y al desorden que observó dentro de la militancia del PAN.
“Quería reelegirme en la elección pasada, como era mi derecho, pero no fue así porque mi distrito fue designado al PRI, dejándome sin la oportunidad de competir. Decidí no tomar la candidatura este 2024 también por la falta de apoyo y unidad en la coalición”.
Ante esto, la diputada panista recordó que en 2021, Eduardo Rivera aplicó el voto cruzado en su distrito, lo que ella percibió como un acuerdo entre Eduardo Rivera y Miguel Barbosa. Sin embargo, ganó gracias al apoyo de los municipios de Cuautlancingo y Puebla, a pesar del acuerdo político promovido en este último.
“Tomé la decisión de no aceptarla porque vi que también me iban a aplicar la que me aplicó Eduardo Rivera en 2021, cuando aplicó el voto cruzado en mi distrito”.
Derivado de estas circunstancias y las críticas lanzadas contra ella por Adán Domínguez, alcalde de Puebla, quien puso en duda su trabajo realizado, la legisladora defendió su labor y por el contrario denunció al edil por ocupar a menores de edad para declaraciones partidistas.
Ante esto, este jueves pasado, la panista presentó un exhorto dirigido a la Fiscalía de Puebla y a la Procuraduría del Menor para que investiguen violaciones a la ley. Además que pidió al alcalde que se disculpe públicamente por emplear a menores de edad, por el uso de recursos públicos y tiempo laboral municipal para fines políticos.