Tras críticas realizadas por The New York Times, publicación norteamericana que lo calificó de hacerse bien güey con la rendición de cuentas, EPN ha decidido regresar a su imagen de político coqueto. Para ello, durante su paso por Veracruz, complació a todo aquel que quiso tomarse la selfie con él o nomás darle un apapacho… y bueno, después de una eufórica respuesta por parte de cerca de 15 miembros de la Confederación Nacional Campesina (CNC) que se encontraban en Boca del Río, Veracruz, el emocionado presidente declaró:
“Gracias por la calidez; por el trato cálido, amable, generoso, fraterno y cercano que cada uno de ustedes me dispensa. Por eso, siempre me regordeo (sic), siempre celebro este encuentro con todas y todos ustedes. Porque me permite acercarme, de mano, con esta cercanía, a quienes juegan en favor de México, desde el trabajo que hacen en el campo”.
Lo que el presidente quiso decir es que le emocionó el emotivo recibimiento que tuvo al asistir al acto conmemorativo del 101 Aniversario de la Promulgación de la Ley Agraria del 6 de enero de 1915… y cómo no, si por complacer a todos sus fans el evento se tuvo que retrasar 42 minutos, debido a que en tres ocasiones Peña brincó las vallas de seguridad para ir a chocarlas con la gente que se encontraba en las últimas gradas del recinto.
“Lo quieren mucho… Estamos con usted señor Peña Nieto. Hay resultados y hay presidente”, aduló durante su participación el secretario ejecutivo de la CNC, Manuel Humberto Cota Jiménez.
Por su parte, EPN además de celebrar lo mucho que es amado por los jarochos, aprovechó el evento para presumir que la producción de alimentos en nuestro país creció en comparación de como se encontraba a inicios de su sexenio: de 60 a 68%, “sólo a siete puntos de lo que nos recomienda la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)”…
Con tanta comida, quién no se “regordearía”.