Sunday, 28 de April de 2024

Viernes, 18 Septiembre 2015 02:50

Nepotismo sucesorio: de Primeras Damas a candidatas derrotadas




Written by  Arturo Rueda

No es una casualidad que ambas experiencias hayan ocurrido entre 2004 y 2005, justo cuando con mayor fuerza sonaban las ambiciones de Marta Sahagún para convertirse en candidata de Acción Nacional en la sucesión de su esposo Vicente Fox. En esos años, incluso, se dijo que Tlaxcala y Nayarit eran laboratorios tolerados por Los Pinos para analizar el comportamiento de los electores frente a una eventual candidatura del marido gobernante. Luego de esos fracasos, y de analizar las cifras de varias encuestadoras, Fox desistió de impulsar a Martha como la heredera sexenal


Tres experiencias fallidas demuestran que el nepotismo sucesorio no es bien visto por la sociedad mexicana que rechaza el más alto grado de continuismo posible. O no todavía. Muy cerca de aquí, en Tlaxcala, el gobernador Alfonso Sánchez Anaya impuso a su esposa como candidata del PRD en 2004 para enfrentar a Mariano González Zarur (PRI) y Héctor Ortiz Ortiz (PAN), resultando vencedor este último. Luego, en Nayarit, Antonio Echevarría ganó en 1999 como candidato de una coalición PAN-PRD —Alianza para el Cambio— y en 2005 quiso imponer a su esposa Martha Elena García, quien incluso renunció al DIF, pero los partidos no aceptaron. En 2011 sí la hicieron candidata a la gubernatura, pero perdió frente a Roberto Sandoval Castañeda del PRI-PVEM.

 

No es una casualidad que ambas experiencias hayan ocurrido entre 2004 y 2005, justo cuando con mayor fuerza sonaban las ambiciones de Marta Sahagún para convertirse en candidata de Acción Nacional en la sucesión de su esposo Vicente Fox. En esos años, incluso, se dijo que Tlaxcala y Nayarit eran laboratorios tolerados por Los Pinos para analizar el comportamiento de los electores frente a una eventual candidatura del marido gobernante. Luego de esos fracasos, y de analizar las cifras de varias encuestadoras, Fox desistió de impulsar a Martha como la heredera sexenal.

 

¿Qué decían las encuestas de la época?

 

Un sondeo de Parametría levantado en marzo de 2014 evidenció las posturas encontradas de los mexicanos ante una eventual candidatura presidencial de Martha Sahagún. Con un altísimo 85 por ciento de conocimiento —superior al de cualquier miembro del gabinete foxista—, 73 por ciento de los encuestados declaraba tener conocimiento de las aspiraciones presidenciables de la esposa de Vicente Fox. Pero no había acuerdo: 30 por ciento la avalaba, 30 por ciento la rechazaba y a 29 por ciento no le parecía ni bueno ni malo.

 

En la misma encuesta, un 41 por ciento opinaba que se valía que la esposa del presidente aspirara a Los Pinos, mientras que un 38 por ciento censuraba esas aspiraciones. En el primer caso expresaban que se valía “por igualdad de derechos” (28 por ciento) y “porque es mujer” (20 por ciento), y en el segundo la principal causa de rechazo era que esa candidatura era un acto de “nepotismo” (24 por ciento).

 

En conclusión: si Marta Sahagún era postulada como candidata presidencial, un 23 por ciento entre la población abierta no votaría por Acción Nacional, mientras que entre los propios panistas un 12 por ciento rechazaría votar por ella. En otras palabras, si Marta era bien aceptada como Primera Dama, a la hora de presentarse como candidata sufría un bajón terrible en sus números y alejaba a potenciales simpatizantes del PAN. Así, Fox desistió de la idea de impulsar a su esposa.

 

A Martha Erika Alonso también las encuestas la tratan muy bien, por lo menos en las tres únicas mediciones que se conocen al respecto. En sondeo municipal de Mas Data publicado el 26 de mayo de 2014 en CAMBIO, la esposa del gobernador fue la gran sorpresa con 70 puntos de conocimiento y 18 puntos de intención de voto, apenas por detrás de Eduardo Rivera Pérez y Antonio Gali.

 

Esa presencia fue confirmada en la encuesta estatal, también de Mas Data, publicada el 13 de octubre de 2014, donde la próxima secretaria general del PAN aparece en el segundo pelotón de aspirantes mejor posicionados, junto a Eduardo Rivera y Enrique Doger, pero por detrás de Blanca Alcalá y Gali.

 

Las últimas noticias del posicionamiento de la esposa de Moreno Valle nos las da el sondeo municipal del BEAP publicado recientemente en el portal Status. Es cuarta en el ranking de conocimiento —46 puntos— detrás de Blanca, Gali, Doger y Zavala. Segunda en confianza detrás de Manzanilla —40 puntos—, y segunda también en intención de voto bruto. De hecho, es la única con balance positivo.

 

En resumen: los números de Martha Erika en encuesta son fenomenales. Como dirían los gringos, she is running, es decir, está en la carrera. Pero hasta ahora nadie ha medido las implicaciones de su postulación asociada como esposa de Moreno Valle. Ahí todo puede derrumbarse.

 

Por cierto: Alfonso Sánchez Anaya, es gobernador de Tlaxcala, terminó arrepentidísimo de imponer a su esposa como candidata del PRD. En declaraciones a Agenda Tlaxcala, reconoció que fue el gran error de su sexenio y “no lo  volvería a cometer”, pues impulsar la candidatura al Gobierno del Estado de su esposa María del Carmen Ramírez, le costó, incluso la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y algunos otros espacios políticos.

 

Hasta ahí los antecedentes para evaluar el nuevo papel de Martha Erika Alonso. Que lea quien sepa leer.  

 

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