La obra es necesaria. No sabemos si urgente, pero sin duda los tiempos sucesorios la harán polémica. Apenas ocho años después de su inauguración, el Distribuidor 475, ¡Kaput!: será demolido a partir de este día para ser sustituido por un Nodo Vial Atlixcáyotl que dicen, acabará con los atascos que se dan ahí para acceder a la zona comercial y de vivienda más importante de la zona metropolitana. Hasta ahí, una remodelación cualquiera. Peroooo… como quien lo construyó y quien lo va a derrumbar pintan para candidatos a la gubernatura, el asunto pasará de ser un asunto técnico de obras públicas a uno electoral. Quizá, el primer encontronazo Gali-Doger. Una polémica que durará todo el plazo de reconstrucción —seis meses—, y muy probablemente llegue hasta el día de la elección a minigobernador.

La problemática del 475 viene desde su origen: como en varias ocasiones se adelantó, la urgencia de remodelar ese paso vial ante los congestionamientos en las subidas del puente, Enrique Doger argumentó hace meses que el 475 había agotado su vida útil. Que en ocho años el extraordinario desarrollo económico y metropolitano de la zona lo rebasó, y que lo que funcionaba el 14 de febrero de 2007, ocho años después, no tiene la capacidad para absorber el tráfico que se dirige a esa zona, además no había mucho espacio en la zona para hacer una obra vial más elaborada.

Pero resulta que el Ayuntamiento tiene otro diagnóstico. Mejor dicho, dos. Uno es de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Capítulo Puebla y el otro, del Colegio de Ingenieros Civiles. Ambos coinciden en señalar que el Distribuidor 475 de Enrique Doger presenta fallos de diseño y hasta “incongruencias”, con lo que se ridiculiza la obra estrella del trienio del ex alcalde priista, quizá un justo pago a las mofas que Doger lanzó contra las obras del gobierno estatal hace una semana con motivo de las inundaciones.

Veamos cada uno de los diagnósticos:

Dice la CMIC Puebla que el 475 “Presenta un diseño deficiente que debido al aforo vehicular de la zona propicia congestionamiento y largos periodos de espera… Las bifurcaciones para ingresar al distribuidor presentan fallas de diseño, lo que propicia confusiones para el usuario, generando accidentes y congestionamientos viales… La estructura actual no tiene la capacidad de soportar un carril adicional aunado a que el actual diseño geométrico no permite la ampliación”.

Menos amable es el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado: “Desde el inicio de su edificación en 2005 se presentaron incongruencias respecto al planteamiento original… la ampliación a dos carriles implicaba afectar predios contiguos e incrementar el monto de la inversión… Las estructuras del distribuidor tuvieron deficiencias en su proyección, ya que en lugar de dos carriles sólo se construyó uno para el flujo vehicular, lo que genera una larga fila de espera para acceder al viaducto… Las bifurcaciones representan un conflicto a los usuarios a consecuencia de un inadecuado diseño geométrico… En el viaducto circuito – Atlixcáyotl, la sobre elevación máxima se edificó invertida contraviniendo la norma técnica de la SCT para el Diseño Geométrico de Vialidades”. Fin de las largas pero necesarias citas.

Nadie lo ha dicho, pero basta tener dos dedos de frente para entender que la demolición del 475 es, además de una obra necesaria, un argumento de guerra electoral en contra de Enrique Doger si es el candidato del PRI a la minigubernatura. De acuerdo al plazo de realización de las obras, el nuevo Nodo Atlixcáyotl estaría listo a finales de marzo o principios de abril de 2016. A Tony Gali ya no le tocaría inaugurarlo —pedirá licencia al cabildo el 16 de febrero—, pero serviría como un golpeteo permanente contra el eventual abanderado priista.

Ya vemos en las redes sociales lo materiales listos para difundirse:

-Gali sí sabe hacer las cosas…tuvo que corregir el puente de Doger

-¿Cómo quiere ser gobernador alguien que como alcalde hizo obras malas?

- Si Doger es gobernador, hará obras tan malas como el 475.

- Doger se queja de las obras y del concreto hidráulico, pero calla ante el 475.

Ahora sí, el morenovallismo le devolvió el golpe a Enrique Doger que venía repartiendo mamporros a diestra y siniestra. Y mientras el ex alcalde dice lo que hará, Gali ya lo ha hecho: la demolición del 475 comenzará esta semana con una inversión de 362 millones de pesos, el doble de lo que costó originalmente. Lo hacen amparados en argumentos técnicos de la CMIC y del Colegio de Ingenieros Civiles. En seis meses, tendrán un nuevo distribuidor vial para presumir, aunque si las obras son caóticas se llevarán puras mentadas de madre.

¿Y si Doger no es candidato a la minigubernatura?

¿Servirá de algo embarcarse en una obra vial que puede atraerles críticas monstruosas?

Lo único que demuestra esto es que la guerra 2016 va a ser tan fuerte que hasta puentes y distribuidores viales va a arrastrar.