Saturday, 27 de April de 2024

Martes, 06 Octubre 2015 03:04

Señores de Volkswagen: dennos más coches contaminados. Nos los merecemos




Written by  Arturo Rueda

Sí, los mexicanos somos una raza de dejados. Pisotean nuestros derechos comerciales, políticos, civiles más elementales, y no nos quejamos. Nacimos para sufrir. Abusan de nosotros los gobiernos de todos los niveles —federal, estatal, municipal—. No nos dan justicia, ni seguridad, ni buenos servicios públicos. Pero también nos lo hacen los entes privados como Volkswagen. Nos dan coches alterados, contaminantes, mugremóviles. Y ni así nos quejamos.


Tras desatarse el escándalo del fraude ambiental, Volkswagen inmediatamente ofreció disculpas a los consumidores norteamericanos y europeos, mientras que a los mexicanos se tardó alrededor de tres semanas en emitir un escueto comunicado en el que afirmó “lamentamos sincera y profundamente haber abusado de su confianza”. Esa tardanza de tres semanas, afirmé en una opinión anterior, se debió a que la empresa alemana nos daba trato de consumidores de segunda, de “indios pata rajada”. Creo que me equivoqué y así lo reconozco: no son los alemanes los que nos dan trato de segunda. Somos los propios mexicanos los que nos tratamos así, y por ende, las grandes multinacionales no miran con ese desprecio.

 

Me explico.

 

A la par que se desató el escándalo en Estados Unidos, las asociaciones de consumidores reaccionaron frente a la estafa ambiental, y claro, comercial: además de la probable multa de 18 mil millones de dólares que impondría la Agencia de Protección al Ambiente, se desataron las denuncias de consumidores de coches de la marca alemana que —literalmente lo afirmaron a medios como el New York Times— se sentían “violados” por haber adquirido un vehículo contaminante disfrazado de “limpio”.

 

A Volkswagen le esperan años de demandas judiciales en las cortes norteamericanas. Juicios por daños psicológicos y a la salud que se resolverán con acuerdos millonarios entre las partes. Tal es esta posibilidad que el Consejo Directivo de la marca reservó 6 mil 500 millones para multas y convenios. En otras palabras, los consumidores norteamericanos inmediatamente brincaron en la defensa de sus derechos. Ya son 105 demandas civiles en todo Estados Unidos, y cada una de ellas involucra a grupos amplios de compradores. Puede llegar a miles.

 

Sin embargo, en México ningún comprador de alguno de los 32 mil vehículos TDI o diésel que se vendieron en el país ha acudido a la Profeco para denunciar a Volkswagen y defender sus derechos como consumidores, según informa la titular del organismo, Lorena Martínez. Es decir, mientras en el mundo los coches contaminantes de Volkswagen son un escándalo —por ser una amenaza al medio ambiente y a la salud—, en México no pasa nada: ni los dueños de los mugremóviles están interesados en que se les haga justicia.

 

La titular de la Profeco nos recuerda que, con los nuevos instrumentos jurídicos, una demanda colectiva de apenas 30 consumidores serviría para proteger a los 32 mil mexicanos que compraron un coche TDI contaminante, y la multa por cada auto llegaría a los 3.7 millones de pesos. El conjunto global podría llegar a los 118 mil 400 millones de pesos, unos 6 mil 765 millones de dólares.

 

Pero nadie, ningún mexicano dueño de esos 32 mil coches TDI, muestra interés por acudir a la Profeco y denunciar a la Volkswagen México por el fraude ambiental. Así se cierra el círculo.

 

Los consumidores gringos reaccionan inmediatamente al fraude ambiental y le ponen a Volkswagen demandan millonarias. Ante eso, la empresa alemana les ofrece disculpas inmediatamente y un plan para arreglar sus automóviles. Seguramente también ofrecerá arreglos extrajudiciales para evitar fallos que empeoren su imagen mediática. Mientras tanto, en México, nadie denuncia. ¿Por qué tendría Volkswagen que darles a sus consumidores mexicanos las disculpas que ellos mismos no exigen?

 

Sí, los mexicanos somos una raza de dejados. Pisotean nuestros derechos comerciales, políticos, civiles más elementales, y no nos quejamos. Nacimos para sufrir. Abusan de nosotros los gobiernos de todos los niveles —federal, estatal, municipal—. No nos dan justicia, ni seguridad, ni buenos servicios públicos. Pero también nos lo hacen los entes privados como Volkswagen. Nos dan coches alterados, contaminantes, mugremóviles. Y ni así nos quejamos.

 

Ofrezco disculpas a la armadora germana: no nos trataron como ciudadanos de segunda, ni como indios “pata rajada”. Nosotros mismos, al no exigir nuestros derechos, nos tratamos así. Por eso, los alemanes se dan el lujo de esconder la información de los vehículos con el motor EPA 184. De usar al gobernador como un simple vocero de sus intereses. De no dar la cara. De ocultar sus planes de paros técnicos y de despidos. De hecho, nos hacen un favor al dar empleos mediamente bien pagados y crear una industria automotriz que de otra forma no existiría.

 

Señores de Volkswagen: dennos más coches contaminados. Nos los merecemos. Mientras, en el mundo instituciones gubernamentales y consumidores los hacen sangrar, aquí hasta los van a premiar con una compra gubernamental de 200 vehículos. Así somos los mexicanos de dejados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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