Un avión de Lufthansa con 44 féretros a bordo es esperado en horas de la tarde en Düsseldorf, la ciudad a la que nunca llegó el aparato que cubría el 24 de marzo el vuelo 4U9525 procedente de Barcelona. Aparentemente, el aparato se estrelló contra los Alpes franceses por una maniobra suicida del copiloto.
La mayor parte de las 150 víctimas procedían de Alemania, entre ellas 16 alumnos y alumnas de secundario y dos maestras que regresaban de un intercambio con un colegio en las inmediaciones de Barcelona.
Según comunicó la aerolínea, también serán repatriados los restos de las víctimas de otros países, incluidas las 50 españolas. En el siniestro también perdieron la vida pasajeros de Argentina, México, Venezuela y Colombia.
Los restos serán entregados a los familiares en una ceremonia en Düsseldorf. Los ataúdes de los estudiantes serán escoltados por la policía hasta la localidad de Haltern am See y pasarán delante de su colegio, donde fueron plantados 18 árboles en su memoria.
Los familiares de las víctimas se reunirán el jueves con el fiscal de Marsella, Brice Robin, para informarse sobre el estado de las investigaciones. Posteriormente, el fiscal y representantes de la gendarmería ofrecerán una conferencia de prensa, comunicó hoy la fiscalía.