El mundo de la moda ya no quiere ser exclusivo o, al menos, no de la manera en la que lo era antes. Ahora, como en los noventa, el reclamo en los desfiles vuelven a ser las modelos. Las modelos por encima de la marca. Pero si en los noventa nos enamoraban superamazonas de curvas y medidas perfectas como Claudia Schiffer o Cindy Crawford, en los años diez del siglo XXI se celebra esa diferencia por la que nunca te habrían dejado desfilar hace 20 años.
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Así, modelos como Winnie Harlow con vitíligo, Moffy, la modelo bizca o Jillian Mercado en silla de ruedas han protagonizado campañas y desfiles. Mujeres que sin aquello que las diferencia probablemente nunca habrían llegado a subirse a una pasarela.
La última en sumarse a esa lista es Rebekah Marine, una joven de 22 años que nació sin el antebrazo derecho. En su lugar tiene un brazo biónico que le da un aspecto de supermujer del futuro.
Rebekah es modelo y oradora motivacional. Ya había hecho algunos trabajos modelando en Nueva York, Los Ángeles o Nueva York pero ahora acaba de convertirse en el principal reclamo de la próxima semana de la moda de nueva York, donde desfilará.
A pesar de la tendencia actual de contratar a modelos con discapacidades y peculiaridades que la moda consideraba inaceptables hasta hace poco, confiesa que le ha costado cumplir su sueño y está contenta de que por fin se esté celebrando la singularidad. Aunque solo sea por moda.
