La grabación muestra un experimento realizado, primero, con una lata llena de bebida energizante y después con un teléfono celular, los cuales los colocan junto a unas bolsas de aire que las activan intencionalmente.
Los resultados prueban que la fuerza con la que salen las bolsas destrozan ambos objetos o los pueden proyectar violentamente contra el cuerpo de quien conduce el automóvil.
Fuente: El diario de chihuahua