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El alza de las tasas de interés determinada en forma casi paralela por Banco de México ante la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, preserva la presencia de inversión de portafolio en México y evita una fuga de capitales, aunque encarecerá en menor medida el costo del crédito.
Así lo planteó el presidente del Consejo de Organismos Empresariales, Francisco Romero Serrano, quien observó que a diferencia de otras economías emergentes que casi inmediatamente a la decisión de la FED devaluaron aún más su moneda, México cuenta con fundamentos sólidos macroeconómicos que evitaron que la paridad cambiaria “cumpliera la mayoría de edad”.
Añadió que las tasas de interés verán un ligero repunte, pero este no afectará la dinámica del crédito, como lo reflejan indicadores de Banco de México que hacen énfasis en que las empresas recurren cada vez más a financiamiento bancario sobre el de sus proveedores.
El costo del dinero subiría en promedio 8.3 por ciento, es decir, un crédito de tarjeta del 70 por ciento costaría a futuro alrededor de 75.8 por ciento, mientras que uno a la vivienda del 10 por ciento promedio se ajustará al 10.83 por ciento, si es de tasa variable, pero si se contrató a tasa fija no variará en absoluto.
En contraste, aumentar las tasas de interés base permite que México siga siendo un destino atractivo y se evite la especulación en los mercados, en especial el bursátil, que cerrará 2015 con cifras positivas.
Apuntó que la economía está en condiciones de crecer en 2016 entre 2.6 y tres por ciento, en función de los efectos positivo de las reformas en sectores como el energético, la baja de precios en diversos productos y servicios, así como una recuperación del poder adquisitivo al desindexarse el salario como unidad de medidas y otorgarse un incremento superior a la inflación al cierre del año.