Madre de familia se dispara a sí misma

 

PGJ exculpa a los hijos del supuesto homicidio

 

El arma de fuego no fue encontrada debido a que la suegra tomó la pistola y con esto violentó la escena del crimen, por temor a que fueran a inmiscuirlos en el accidente

 

Edmundo Velázquez

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Luego que fuera encontrado en Tehuacán el cadáver de Delfina González María, de 46 años de edad, con una herida de arma de fuego, y que se sospechara incluso de sus propios hijos como probables autores del homicidio, ayer la Procuraduría General de Justicia esclareció que la muerte se trató solamente de un accidente doméstico.

 


Según revelaron las investigaciones de la PGJ en Tehuacán, la mujer se encontraba limpiando una pistola calibre 45 que era posesión de uno de sus hijos, cuando activó el arma y una bala que se encontraba en la recámara se disparó. La mujer limpiaba el arma porque quería juntar el enganche para la compra de un terreno.


Tras la muerte, el arma fue encontrada junto a un cargador escondido en un cuarto que utilizan como cocina. La pistola se encontraba en una bolsa llena de fruta dentro de la alacena.


Debido a sospechas de que pudieran haber participado en el crimen, Ricardo, Julio y Juan Ortega González, hijos de la Delfina, así como su suegra, Cirila del Carmen, fueron presentados ante el ministerio público para ser investigados.


Hasta el lunes los hijos habían declarado que se encontraban en su casa, ubicada en el número 422 de la calle Las Palmas en la colonia Observatorio de Tehuacán, cuando escucharon un disparo, por lo que salieron corriendo a buscar de dónde provenía el ruido y encontraron a su madre en el piso.


El arma de fuego no fue encontrada debido a que la suegra de Delfina tomó la pistola y con esto violentó la escena del crimen, por temor a que fueran a inmiscuirlos en el accidente.


Al respecto detalla Marisela Pichón Acevedo, directora de Averiguaciones Previas del Distrito Judicial de Tehuacán:


“No fue asesinada, fue un accidente (…) la abuelita, que es la señora Cirila del Carmen Ramírez García, manipuló el lugar de los hechos al ocultar el arma con la que se disparó la hoy occisa. Tuvimos detenidos a sus hijos, de nombre Ricardo, Julio y Juan Ortega González. Hasta hoy en la madrugada se les dictó su libertad, ya que tuvimos que practicar diversas pruebas periciales y hasta la reconstrucción de hechos”.


La señora Cirila del Carmen fue quien confirmó la versión de los investigadores, pues admitió que había escondido la pistola porque escuchó cómo había disparado la occisa, y porque tenía temor de que fueran detenidos por no contar con el permiso respectivo, debido a que es un arma de uso militar.


Para ello fue necesario que a todos los presentados se les practicara la prueba de Walter, la cual confirma el uso de armas de fuego por la reacción química que queda en quien activa una pistola.


“La prueba nos determinó que el disparo fue a una distancia  muy corta, es decir, cómo se dispara en una distancia de entre 15 y 20 centímetros. Al parecer la pistola tenía en la cámara una bala, y sin querer al manipularla la señora la accionó”, mencionó Pichón Acevedo.


Los tres hijos y la suegra ya se encuentran en libertad. Incluso no se presentaron cargos contra la suegra de Delfina, pues no se considera delito la manipulación de la escena del crimen “porque es familiar”, como comentó Pichón. 

 


 
 
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