“Rata” García Ramírez amañó licitación para la carretera a Amozoc

 

Violentó la Ley de Obra Pública para signar convenio con Ciiasa para supervisar la obra


A pesar de que, al menos de manera oficial, pagó a dicha empresa la alta suma de más de 2 millones 600 mil pesos por sus servicios, la firma llevó a cabo un trabajo deficiente e inconcluso, según revelan documentos en poder de CAMBIO


Efraín Núñez Calderón

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Violentando flagrantemente la Ley de Obra Pública, Javier García Ramírez, titular de la Seduop, amañó el proceso de licitación para adjudicar de forma directa —dos meses después de comenzada la obra— el contrato a la empresa Ciiasa para realizar la supervisión de la carretera Amozoc-Tepeaca, una de las más peligrosas del estado por sus graves omisiones de planeación. A pesar de que oficialmente García Ramírez le pagó a Ciiasa la alta suma de más de 2 millones 600 mil pesos por sus servicios, la firma llevó a cabo un trabajo deficiente e inconcluso, según revelan documentos en poder de Cambio.


García Ramírez contrató a Ciiasa por tres meses —del 21 de septiembre al 19 de diciembre de 2006— pese a que la obra comenzó en junio de 2006 y se terminó en julio de este año. Por el trimestre se le pagó la suma referida, sin embargo, hubo extensiones de dicho contrato hasta julio de 2007, por lo que se estima que en realidad la empresa recibió más de 5 millones de pesos por su trabajo.


Como consta en pruebas documentales de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (Seduop), las empresas encargadas de la supervisón técnica de esta magna obra del marinismo —LICSA y Ciiasa de CV, ambas cercanas a Javier García— comenzaron formalmente sus trabajos el 21 de septiembre de 2006. No obstante, a través de un oficio firmado el 17 de noviembre de este año, la constructora Coconal le refiere a la Seduop que en realidad ambas empresas comenzaron sus trabajos en junio de 2006.


En este documento, Héctor Román Beristain, gerente de Proyecto de Coconal, le señala a la dependencia que ambas empresas estuvieron trabajando sin contrato de junio a septiembre de 2006, razón por la cual Ciiasa se negó en reiteradas ocasiones a firmarle documentos a la constructora.


Empero, la irregularidad más grave se evidencia en el documento que ostenta la clave Sedurbecop-ir-091-f/2006. Se trata de los lineamientos de la licitación pública para la supervisión de la obra. Aquí se señala que la convocatoria fue emitida el 5 de septiembre de 2006, es decir, tanto LICSA como Ciiasa comenzaron a trabajar sin haber concursado previamente.


Estando frente a las bases de una licitación pública, resulta curioso que el 19 de septiembre de 2006, la Seduop haya declarado a ambas empresas ganadoras de la supervisión de entre un número indeterminado de firmas que concursaron.


Lo anteriormente explicado, representa una violación al artículo 86, Inciso I del Reglamento de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas, publicado en el Periódico Oficial del Estado en 2001, que a la letra dice:


“Las funciones de la supervisión serán las que a continuación se señalan: Previamente al inicio de los trabajos, deberá revisar detalladamente la información que le proporcione la residencia de obra con relación al contrato, con el objeto de enterarse con detalle de las condiciones del sitio de la obra y de las diversas partes y características del proyecto, debiendo recabar la información necesaria que le permita iniciar los trabajos de supervisión según lo programado y ejecutarlos ininterrumpidamente hasta su conclusión.”

 

Ciiasa, supervisión
deficiente e inconclusa


Mediante el escrito No. CII-SAT-292/2007, fechado el 15 de mayo de 2007, la empresa Ciiasa le señala a la administración estatal que da por terminadas sus labores de supervisión en la carretera Amozoc-Tepeaca, a pesar de que Coconal terminó sus trabajos hasta julio de este año.


Peor aún, fuentes de la Seduop, refirieron que el titular de la dependencia busca favorecer a Ciiasa, pagándole una extensión de trabajos hasta el mes de julio de 2007, pese a que en dicho periodo ya no prestaban sus servicios.


Llama la atención que según lo hace constar en su escrito la constructora Coconal, se hayan culminado los trabajos en la vialidad dos meses después de haber sido inaugurada por el gobernador Mario Marín Torres, quien con bombo y platillo cortó el listón de la obra el 14 de mayo de 2007.


Como consta en las pruebas, Ciiasa y Grupo LICSA fueron cómplices de las deficiencias tanto en la planeación como en la supervisión de la obra. Coconal le observó a la Secretaría de Obras que ambas se negaron a llevar a cabo la conciliación de las estimaciones de las obras en la zona urbana de Amozoc por estar fuera de su contrato.


La zona urbana de Amozoc refiere a una distancia de 1.3 kilómetros que no fue contemplada en el proyecto original, una omisión de LICSA, firma que realizó el proyecto técnico y además fungió como empresa supervisora.


Estas empresas también rechazaron llevar a cabo sus funciones en lo referente a las obras realizadas a partir del 15 de mayo de este año —un día después de inaugurada la obra—, por lo que se tuvo que llevar a cabo la conciliación con la supervisión de la dependencia.

 

Conflicto
entrampado


Desde hace meses, la Seduop mantiene un conflicto con la constructora Coconal, a la que se le adeudan más de 42 millones por concepto de trabajos adicionales y rectificaciones en las obras por omisiones en el proyecto técnico.


Fuentes de la dependencia revelaron a Cambio que los asesores de Javier García le recomendaron no darle un peso a la constructora por los trabajos adicionales, por lo que las negociaciones con la firma se encuentran entrampadas.


Aunque los declarantes manifestaron que no hay un plazo perentorio para que culminen estas negociaciones en caso de que no se llegue a un acuerdo, el conflicto podría llegar a la Secretaría de la Función Pública, quien en caso de darle la razón a la constructora puede sancionar e incluso inhabilitar a funcionarios de la Seduop. Más aún, de agravarse esta problemática, su solución recaería en los tribunales federales.

 

Vialidad peligrosa y en
deplorables condiciones


Cambio publicó el martes pasado una entrega previa en la que se evidencia que a más de siete meses de inaugurada la ampliación de la carretera Amozoc-Tepeaca, una de las más costosas de la administración marinista —278 millones de pesos—, se encuentra prácticamente destruida. Red de alumbrado deficiente, semáforos inservibles en cuatro de cinco cruceros, proliferación de baches y hundimientos, falta de señalamientos y tapas de drenaje botadas, entre otras graves anomalías la convierten en una de las más peligrosas del estado y reflejan la corrupción e inoperancia del proyecto de obra pública de Javier García Ramírez, titular de la Seduop.


Las deficiencias y omisiones que rodean la construcción de esta magna obra de la administración marinista, han provocado la proliferación de accidentes de tránsito, delincuencia e inundaciones en las comunidades por donde esta vialidad cruza.


En una inspección se pudo constatar que el tramo Chachapa-Amozoc —construido por la constructora Proyecta— es el que registra mayores daños en la carpeta asfáltica, baches, hundimientos y lámparas inservibles. Aunque el pavimento del resto de la vialidad hasta la entrada de Tepeaca —tramo realizado por Coconal— se encuentra en mejores condiciones, a lo largo de toda la carretera es recurrente la carencia de alumbrado.


Asimismo, los habitantes de las poblaciones vecinas se quejan de la falta de reductores de velocidad, de la inoperancia de los semáforos e incluso de afectaciones a las estructuras de sus viviendas debido a que por la vialidad circulan vehículos pesados a alta velocidad. Un herrero de la población de Mendizábal, perteneciente al municipio de Amozoc, manifestó que denunciará al Gobierno del estado por el riesgo que corren él y su negocio, al no haber topes o reductores de velocidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 
 
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