Montero se queja de la decisión del Congreso

No obstante, responderá las interrogantes de diputados sobre el tema de “El Gavilán”

Efraín Núñez Calderón

Mario Montero Serrano, secretario de Gobernación, le advirtió al Congreso del estado que “tenga cuidado” con el alcance de su decisión de pedirle que aclare la forma en la que actuó el Gobierno del estado en el escándalo del narcoalcalde. Montero Serrano rechazó que haya enviado a Estados Unidos al alto comisionado del Migrante, Carlos Olamendi, para que realizara un informe respecto de la detención de Gil Campos, a pesar de que un boletín de su dependencia lo afirmó en este sentido.

En entrevista el funcionario marinista aseguró que contestará todas las interrogantes que le envíen los diputados locales, sin embargo, omitirá información que no corresponda al periodo en el que ha presidido la Secretaría de Gobernación.

Lo anterior en clara alusión a las evidencias en el sentido de que Javier López Zavala habría entregado los terrenos de La Galarza a Rubén Gil, según consta en documentos: “No tengo por qué ir al Congreso. No me parece que sea una forma de resolver un asunto que es personal de una persona (sic) que siendo ciudadano en Estados Unidos enfrenta un problema.

El asunto está resuelto en esa situación, lo que nos interesa es la gobernabilidad y el orden Izúcar (…) Debe haber mucho cuidado en el manejo que se está dando o a dónde quiere uno llegar cuando se tiene este tipo de acuerdos”, manifestó.

Indicó que Carlos Olamendi continúa en su puesto como alto comisionado del Migrante Poblano y aseguró que su permanencia en el puesto depende más de su rendimiento como funcionario que de la petición de grupos políticos por destituirlo:

“Olamendi sigue trabajando como alto comisionado. Como todos los asuntos del Gobierno hemos sido muy responsables. Los funcionarios trabajan siguiendo las indicaciones del gobernador pero además en relación de la actividad que va dejando cada uno de los funcionarios. Nunca se toma una decisión que no tenga que ver con el rendimiento y la eficiencia”.

Insistió en que no envió al alto comisionado a Estados Unidos, pues el funcionario ya se encontraba en la Unión Americana, después de que se llevó a cabo la detención del narcoalcalde en Los Ángeles, California:

“Me preguntan si yo lo mandé  —a Carlos Olamendi—. No lo mandé, también me preguntan cuál fue la parte de información extraoficial a través de la familia que el alto comisionado me pudo dar para tener un conocimiento de lo que estaba sucediendo (sic)”.

Aseguró que Olamendi no tuvo ninguna gestión oficial en este sentido y apuntó que el interés del Gobierno del estado es mantener la gobernabilidad de Izúcar de Matamoros: “—Olamendi— no tuvo ninguna gestión oficial, ni formó parte de ninguna situación que tuviera que ver directamente con el asunto de Rubén Gil en términos de su situación personal (sic). Fue en su carácter de presidente de Izúcar, conocer qué es lo que estaba pasando.

De información extraoficial, sólo la plática que tuvo con sus familiares”.