Al estilo Cantinflas, Sánchez Ruiz dicta conferencia


En el auditorio del Tec de Monterrey todos creían que estaba borracho


Carlos Alcaraz Ramírez

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Ante el cantinfleode Víctor Manuel Sánchez Ruiz, la comisionada del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), Jacqueline Peschard, negaba con la cabeza enfáticamente, se retorcía en su silla, cruzaba las manos. Porque las preguntas eran sencillas y las respuestas a éstas nunca llegaron, por más que el titular de la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap) divagara sobre tópicos como la ética y la necesidad de multiplicar, no de sumar.


Un asistente a la segunda mesa de la Semana de Transparencia Municipal, realizada en el auditorio del Tec de Monterrey, preguntó a Sánchez Ruiz cómo garantizar que el gobierno no maquille cifras ante una solicitud de información. Y comenzó una parrafada de consecuencias visibles en la disminución del auditorio: “No voy a asumir una postura ni de ataque ni de defensa, me gustaría hablar de hechos.


“La inmensa mayoría de solicitudes de información consta en documentos, de tal suerte que el documento limita esa posibilidad.” Hasta ahí parecía una respuesta, pero luego de declarar tres veces “debemos trabajar”, agregó: “Sí existen posibilidades (de que se maquillen las cifras) porque en las áreas de Gobierno del estado cada quién contesta a su saber, como entienda, lo domina y a su responsabilidad, no podemos sustituir a nadie, sería imposible”, y luego añadió: “Aquí hay que multiplicar (…) Es el tiempo no de poner barreras y solamente atacar, es mejor buscar fines comunes a todos y sumarnos a ellos, que lo que hagamos sea la mejora de todos”. En este punto, Peschard se cubrió el rostro con las manos.


Entre el público, los rumores ganaban fuerza conforme avanzaba el discurso de Sánchez Ruiz: “Está borracho”. “¿Qué le pasa a este tipo?” “De qué hablas, Willis?” “Ni Cantinflas, mano”. Una chica de plano se levantó y fue hasta la salida. Y Sánchez Ruiz, imperturbable: “Sí hay riesgo, pero aseguramos, hay libertad y posibilidad de equivocarnos, pero hay instancias para ser juzgados”.


Ante la otra pregunta, relativa a las declaraciones patrimoniales de los funcionarios públicos en Puebla, el titular de la Sedecap declaró: “Aquí trata de la situación patrimonial de los servidores públicos, qué podemos hacer para institucionalizar, al menos a la salida, con qué patrimonio salimos.”


Hasta que va a decir algo, comentó un hombre con su vecino de asiento, pero Sánchez Ruiz en el acto le rompió las ilusiones: “El fondo es que es latente la preocupación y la obligación de todos, que debemos aprender a servir y no servirnos de donde estamos. Sería para todos criticable que habiendo tanta carencia, imagínense en programa de lucha contra la pobreza donde hay que llegar, así sea leche para los niños, se engrosen los bolsillos con el hambre y la enfermedad.”


Y, luego de la introducción a su respuesta, soltó: “El que conozca México y su contexto y el caso particular de Puebla, de los 217 municipios, parecería increíble que no tengan computadora y no tengan luz, y muchos caminos no tengan drenaje (…) y tenemos que ver por ellos, y por eso en materia de transparencia hemos dispuesto a través de nuestra Fiscalía Anticorrupción apoyos morales, porque también tenemos que aprender a ver la gente como es, no imponerle como nosotros queramos, como ellos son, traducir y buscar soluciones, y los principales interesados son los munícipes, y también les digo: ellos en los murales dan información no de uno o dos años, la dan hace muchos años.”


“Madres”, respondió el vecino al esperanzado, “periódicos murales de transparencia, la pura modernidad”.


Y, como colofón, Sánchez Ruiz dijo: “Les voy a dar un dato que es importante para los poblanos: debe de haber en 15 años de ejercicio de revisión y sanción de cuentas del Congreso, más de 50 presidentes municipales sancionados, y más de 20 ó 30 procesos. O sea, finalmente no hay impunidad.

 

Lo que les digo es que es dato personal la declaración patrimonial, pero los medios de revisión, de fiscalización, existen, y cualquier ciudadano que conozca un enriquecimiento ilícito lo puede denunciar. Y hablando de las verdades, no conozco en el estado de Puebla denuncias penales de esta naturaleza, que no conozca no significa que no las haya, hablo a título personal y estamos en el camino para buscar mejores servidores públicos que se ajusten a la ley y a la ética.”


Al oír los escasos aplausos que recibió el funcionario marinista, la chica que había huido regresó, como la sonrisa de Peschard.

 

 

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