Los nervios quiebran al tricolor


Crónica


Suspenden sesión por más de tres horas porque olvida el tricolor armar la terna de suplentes para la CAIP


Por primera vez, Bailleres abandonó la pose y elegancia. Tomó el teléfono, esperó la decisión final en plena sesión. Enrojeció, se molestó, se incomodó. A su alrededor, cinco diputados del PRI confundidos y exigiéndole la línea a seguir.


Selene Ríos Andraca

Notas Relevantes

Se deslinda Montero de imposición de Ibarra

Zavala miente: Janeiro

Hoy rodará la cabeza de Juárez Acevedo

Josefina Buxadé impugnará designación de Blanca Lilia

Aprueban línea de crédito para Carreteras de Cuota

Estaré al pendiente de la transparencia en el IFE: Luis Olmos

Fernández del Campo reta a consejero del IFE

Notas Anteriores

 

Por primera vez, los nervios destrozaron a los diputados priistas para el crimen en contra de la Comisión para el Acceso a la Información Pública (CAIP). Primero, la Gran Comisión olvidó estructurar la terna de comisionados suplentes y los legisladores del tricolor se vieron obligados a suspender la sesión ordinaria por más de tres horas. Después, volvieron al pleno con las manos ensangrentadas para ungir a Blanca Lilia Ibarra como la nueva integrante del organismo.


Minutos antes del medio día, cuando el orden del día marcó el punto 25 para ponerlo a consideración, el legislador del PRI, Juan Antonio González subió a tribuna para solicitar que la designación del comisionado se traspasara para asuntos generales y de repente… la bomba estalló.


Malinalli García, presidenta de la Mesa Directiva, enmudeció. Los panistas comenzaron a levantar la voz y fue la priista, Rocío García Olmedo la que pidió un receso de cinco minutos, los cuales se extendieron hasta alcanzar los 180.


Los coordinadores de las bancadas abandonaron el pleno e ingresaron a la Gran Comisión para tratar los temas pendientes y es que, el Revolucionario Institucional se negó a hacer la terna de los suplentes, a pesar de la insistencia de Acción Nacional para realizarla.


De acuerdo a la ley de Transparencia y a la convocatoria, la Gran Comisión debió designar una terna para el comisionado propietario y una más para los comisionados suplentes.


El Artículo 26, fracción II establece que: “Una vez agotado el plazo en la convocatoria respectiva, de entre los ciudadanos propuestos, presentará el Congreso una terna por cada uno de los comisionados propietarios a nombrarse y sus respectivos suplentes que reúnan los requisitos que exige esta ley (…)”.


Pero ese no fue el único momento que tensó a los priistas. En esta ocasión el poderío de la mayoría priista se vio minado tres veces y hasta las intervenciones de los legisladores José Manuel Pérez Vega, alias Pepe Momoxpan y Melitón Lozano, hicieron sudar a la aplastante mayoría del PRI.


Cuando volvieron del gran receso, las cosas aún se encontraban tensas. Acción Nacional no cedió para elegir a Blanca Lilia Ibarra por unanimidad y el tricolor no aceptó los impedimentos jurídicos que pesan sobre la ex funcionaria municipal para ocupar el cargo.


Los priistas hicieron un último esfuerzo con la oposición para alcanzar la mayoría calificada integrada con 28 votos. La chiquillada cobró importancia para el tricolor de repente y comenzaron a cabildear antes de reanudar la sesión.


Humberto Aguilar se encargó de convencer a Pablo Contreras de Nueva Alianza para que votara por Blanca Lilia Ibarra e ignorara los argumentos jurídicos que emplearían Acción Nacional y los legisladores Melitón Lozano y Pepe Momoxpan.
José Othón Bailleres Carriles se encargó del líder de Nueva Alianza, Gustavo Espinosa, quien solamente cacareó su negativa a votar por la candidata del PRI para después votar por ella sin ninguna objeción.


Bailleres intentó convencer a Melitón Lozano que la petición de Acción Nacional de elegir a Josefina Buxadé, en la vacante que dejará Antonio Juárez Acevedo la próxima semana, era un tema separado al discutido en ese momento, además le recalcó la falta de garantías de parte del PAN para respetar los acuerdos.


El primero en tomar la palabra fue Pepe Momoxpan, quien consideró que la designación Blanca Lilia Ibarra la convertiría en “La Juárez Acevedo reload” y exhortó a los legisladores a no violentar la ley de Transparencia con tal de imponer a una candidata cómoda en la CAIP.


Melitón Lozano puso el dedo en la llaga. Subió a confirmar lo dicho por Pepe Momoxpan y propuso posponer la designación del comisionado para que la Gran Comisión analizara a profundidad los impedimentos legales que tenían Blanca Lilia Ibarra y Alexandra Herrera.


La propuesta del perredista no estaba contemplada. Bailleres Carriles abandonó su clásica pose para ponerse erguido y tomar el nextel.


Pablo Fernández, Jorge Ruiz, Luis Alberto Arriaga, Humberto Aguilar y Rocío García Olmedo hicieron el petit comité en la curul de su coordinador de fracción.


La única salida que encontró Bailleres fue tomar su teléfono móvil y hacer la llamada para esperar las instrucciones. Asentía y argumentaba, su rostro se mostró enrojecido por algunos momentos y de repente sonrió. Un leve giro de la cabeza, en señal negativa, regresó a todos los diputados a sus respectivas curules.


La presidenta de la mesa puso a consideración la propuesta en votación económica. La fracción del PAN, Nueva Alianza, PRD y Pepe Momoxpan se pusieron de pie para aceptar la propuesta.


El PRI impuso su maquinaria. Y los diputados incondicionales de siempre, Manuel Fernández del PT y Carolina O´farril de Convergencia se abstuvieron.


La designación se hizo en ese momento, en votación secreta y el Frente Amplio Marinista mostró una vez más su poder.
Nueva Alianza se sumó al tricolor y Manuel Fernández y O´Farril, para variar, no fueron la excepción.


Los 30 diputados con las manos ensangrentadas impusieron a una neófita y cómoda comisionada, de un organismo que ellos desconocen completamente.

 

 

Copyright 2008 / Todos los derechos reservados para M.N Cambio /


 
 
Todos los Columnistas