Liberan al empresario Francisco Zorrilla


Estuvo secuestrado por más de seis meses


Según personas cercanas a la familia, su esposa, Rocío Díaz Sesma, se encuentra en este momento en Cancún, Quintana Roo, desde el domingo pasado, y se mantiene alejada de las investigaciones y guardando calma para el reencuentro con su esposo.


Edmundo Velázquez

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Tras permanecer secuestrado desde el 4 de junio de 2007, el empresario poblano Francisco Zorrilla Alanís fue puesto en libertad el día 2 de enero de 2008 en el Distrito Federal.


Según personas cercanas a la familia, su esposa, Rocío Díaz Sesma, se encuentra en este momento en Cancún, Quintana Roo, desde el domingo pasado, y se mantiene alejada de las investigaciones y guardando calma para el reencuentro con su esposo.


A decir de los amigos del matrimonio Zorrilla Díaz, el empresario no volverá pronto a Puebla pues se encuentra fuera de México. También se habla de que Francisco Zorrilla perdió el dedo meñique, lesión provocada por sus captores.


La última vez que se le vio fue el 5 de junio de 2007, cuando se dirigía a su casa en una camioneta Suburban, sobre el periférico de la capital poblana. En los límites con San Andrés Cholula fue interceptado por un grupo de quince personas, quienes lo levantaron en medio de un retén que parecía contar con una organización tipo militar, todos con armas largas, vestidos de civil, identificándose entre ellos con un chaleco rojo.


Los desconocidos permanecieron al menos 15 minutos en ese lugar; en ese tiempo colocaron conos y sus tres unidades para obligar a los automovilistas a disminuir la velocidad. Así tuvieron tiempo suficiente para esperar a su víctima, quien al momento de detectar que los hombres armados no llevaban una sola insignia policiaca o uniforme, trató de escapar, sin embargo, para esos momentos, su unidad había sido “encajonada”.


Antes de que Zorrilla Alanís pudiera utilizar su Nextel o su celular, uno de los delincuentes rompió los cristales de la camioneta con un marro, luego lo sacaron por la fuerza y se lo llevaron con rumbo desconocido, dejando a su hermano, quien lo acompañaba, tendido en el piso de la unidad, a quien seguramente le dejaron un mensaje, porque respetaron su vida.


El “levantón” o secuestro ocurrió poco antes de las 14:00 horas del martes; todas las corporaciones policiacas fueron alertadas, colocaron retenes en las salidas del territorio poblano, pero ya no pudieron ubicar a los delincuentes, de quienes, se dice, pudieron haber escapado con dirección al Estado de México.
El mismo día fue que Rocío Díaz Sesma, esposa de Francisco Zorrilla, acudió a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia, ante la procuradora  Blanca Laura Villeda Martínez, para que intervinieran directamente.


Por recomendación de amigos de la familia, fue que la esposa del empresario decidió retractarse de la denuncia ante la PGJ en Puebla, por el desprestigio de las autoridades poblanas por el caso de la periodista Lydia Cacho, por lo que la Dirección de Investigaciones Especiales en Delincuencia Organizada (DIEDO) en Puebla echó atrás las investigaciones.


Al respecto, días después la misma procuradora desconocía el hecho. “En la PGJ no tenemos ningún conocimiento del tema. Aquí no hay nada. No se investiga por los rumores. En su caso se espera la denuncia de los familiares y por lo tanto es un rumor.”


Fue entonces que la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la PGR  tuvo conocimiento del caso y al siguiente día comenzaron las investigaciones, según relataron los amigos cercanos a la familia.


Fue a mediados de noviembre de 2007 que circularon versiones de que los secuestradores enviarían a un medio de comunicación electrónico la mecánica para la liberación de Zorrilla, la cual vendría en formato de video, pero nunca hubo aviso ninguno ni publicación entre la prensa local.


A Francisco Zorrilla Alanís se le conoce por ser dueño de Las Derrumbadas, sitio en la zona que colinda con Perote, Veracruz, donde se extrae la mayoría del material de construcción que es utilizado en la capital poblana. Además es concesionario de la automotriz Isuzu, especializada en tractocamiones. En Puebla la franquicia de esta marca japonesa opera bajo su poder.

 


 
 
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