Chantajea Napoleón

Demanda al Gobierno que si no quiere huelgas retire las órdenes de aprehensión contra él

Staff / Agencia Reforma

El líder de los mineros a nivel nacional, Napoleón Gómez Urrutia, ha usado el chantaje como medida de presión contra la Secretaría del Trabajo, e incluso ha recurrido a la huelga, para que la dependencia desista de las acusaciones penales que hay en su contra.

Presumiblemente las huelgas estalladas en Cananea, Taxco y Sombrerete, son parte de esta amenaza tanto para el Gobierno federal como para Grupo México, propietaria de las minas.

En una reunión con funcionarios de la Secretaría del Trabajo y representantes de Grupo México, el 6 de diciembre del año pasado, el Sindicato demandó que para iniciar pláticas y resolver las huelgas era necesario primero resolver los asuntos de orden penal, luego los de orden mercantil y hasta después los de índole laboral.

En esa reunión, Carlos Pavón, secretario de asuntos políticos del sindicato, amenazó con iniciar un paro nacional si se hacía público el contenido de esas peticiones.

De acuerdo con actas de reuniones y cartas enviadas por Gómez Urrutia a la Secretaría del Trabajo, la demanda para cancelar las denuncias penales contra él y otros dirigentes ha sido constante.

El 24 de agosto, se llevó a cabo en la Secretaría del Trabajo una primera reunión de conciliación entre los representantes del sindicato y los de la empresa minera, con el fin de resolver las huelgas.

"Retiro de denuncias en contra de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional y locales del sindicato minero, con motivo de los tres movimientos de huelga existentes", fue el primero de los reclamos de los sindicalizados, según el acta.

Cuatro meses después, el 6 de diciembre, hubo otra reunión en la que el sindicato insistió en su demanda de retiro de órdenes penales como primer punto a negociar. No hubo arreglo con la empresa.

El secretario del Trabajo. Javier Lozano, mandó el 14 de diciembre cartas a Gómez Urrutia y a Germán Larrea, presidente del consejo de administración de Grupo México, para retomar las negociaciones "en materia estrictamente laboral".

Tres días después, Gómez Urrutia contestó que estaban en disposición de un nuevo diálogo, pero insistió en arreglar los temas penales.

"No deja de llamar la atención en su escrito que el asunto laboral sea el único que se desea resolver, siendo que las agresiones que ha sufrido nuestro sindicato nacional no dejan de ser un problema laboral, no obstante que algunas de ellas se hayan planteado como asuntos penales, en forma ilegal y arbitraria,", reclamó.

En el mitin del pasado martes que los mineros hicieron frente a la Secretaría, Lozano ordenó colocar una manta en la que se señalaba: "En esta Secretaría no se tramitan asuntos penales".