Instalan retenes en DF y plagian


Indaga PGJDF a banda que detiene vehículos en supuestos operativos para realizar secuestros


Staff / Agencia Reforma

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Desde hace dos años, un grupo de plagiarios que portan uniformes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) coloca falsos retenes en la Zona Metropolitana del Distrito Federal para secuestrar a empresarios.


Investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del DF revelan que el año pasado y éste esa banda ha participado al menos en cuatro secuestros, en los que han matado a víctimas y escoltas.


Un agente antisecuestros explicó que son por lo menos 15 delincuentes los que integran la banda, quienes después de analizar a sus víctimas simulan operativos para aplicar el secuestro.


"Andan a plena luz del día, en la Ciudad, con todo su equipo de trabajo, y quién los va parar, nadie, porque si les preguntan, ellos responden que están haciendo un operativo", comentó.


Aunque no lo han podido determinar, en la banda podrían estar verdaderos agentes federales, del Distrito Federal y del Estado de México, además de civiles empleados como "soplones".


"Desde el momento en que dan el 'levantón' te das cuenta de que pueden ser policías, porque actúan como un operativo de detención. Primero vigilan, ponen campana, ven a qué hora sale y entra la persona, la ubican bien y montan el operativo.


"Es más, la gente que los ve dice: 'ya detuvieron a alguien'. Tú vas pasando y piensas que están haciendo un operativo", dijo el comandante que pidió el anonimato.


Una de las características de ese grupo es el alto nivel de violencia empleado en los secuestros. Para presionar el pago de los rescates, aseguraron judiciales del área antisecuestros, llegan a matar a los escoltas o choferes de la víctima.
Su última aparición ocurrió a principios del mes pasado. El hijo de un empresario fue plagiado junto con su chofer y un escolta.


Las víctimas fueron interceptadas, en un supuesto retén, por un grupo de hombres encapuchados que descendieron de una camioneta y les apuntaron con armas de grueso calibre.


Al siguiente día, los dos empleados aparecieron muertos dentro de otro vehículo, y a ambos se les colocó entre sus pertenencias un crisantemo amarillo. Tras una negociación, la familia pagó un rescate de 5 millones de pesos.


Un caso similar fue el de un empresario español plagiado el año pasado. Su chofer apareció muerto en la cajuela de un auto, en calles de Nezahualcóyotl, con una flor en la boca.


En ambos casos, y en uno más registrado a finales del año pasado, los secuestradores exigieron más de 5 millones de dólares como rescate y al final, de acuerdo con personas vinculadas al rescate, el monto quedó en 10 millones de pesos o arriba de 1 o 2 millones de dólares.


 
 
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