El costoso ridículo


Crónica



Germán Dehesa / Agencia Reforma

 

Notas Relevantes

Toca a Zorros contra Boca

Tienen Merengues paseo en casa

Saca San Luis el colmillo

Consigue América milagro en Maracaná

Notas Anteriores

MADRID, España, 7-May .- Pletórico el estadio Santiago Bernabeu. Más allá de campeonatos ya obtenidos, de celebraciones ya iniciadas y de amenazas cumplidas de lluvia, me parece que Real Madrid y Barcelona tenían un compromiso con su propio historial, con las condiciones de su presente y, sobre todo, con el público.

 

El Barcelona en particular faltó a todos estos compromisos y a los que pudiera tener.

 

Mansamente se entregó a ser goleado y si obtuvo un gol, fue mucho más por el espíritu dadivoso de su rival, que por tenacidad o fiereza propias. Un espectáculo indigno para cerrar un campeonato bastante soso y mediocre que no dejará demasiada huella en la historia del futbol español.


Los jóvenes Messi y el mexicano Giovani naufragaron en este mar de desgano y mediocridad. Messi, por su decidida e individual voluntad, tuvo algunos chispazos que en eso se quedaron. Imagino que sus compañeros dispuestos a la haraganería tomaron como ofensa estas inopinadas ganas de trabajar que tenía Messi.


Confieso que estoy contagiado por esa flojera del Barcelona. A los azulgrana no se les dio la gana cumplir mínimamente con el público. A mí no se me da la gana hablar de este conjunto de mataperros que seguramente ya cobró por no hacer nada.

 

A eso se le llama golfería y da algo de pena mencionarla por jugadores como Puyol que está hecho de otra pasta, pero con el agua todo se diluyó y resultó este ampuloso error. ¡Ah, el Real Madrid metió cuatro goles!


 
 
Todos los Columnistas