Reo preliberado pasaba por un estado de depresión


Puede ser uno de los motivos por el cual matara a su esposa, sentenció Indalecio Cuesta Torres


Edmundo Velázquez

 

José Alfredo Velázquez Blanco, el reo que una semana después de ser preliberado mató a su esposa a cuchilladas pasaba “por un estado de depresión”, según indicó Indalecio Cuesta Torres, director de Ejecución de Sentencias de la Secretaría de Gobernación.


Para alcanzar su libertad, Velázquez Blanco, pasó por dos filtros: los dos consejos técnicos interdisciplinarios de los penales de Puebla y Tepexi, donde estuvo recluido. Además, según defendió Cuesta, ya “había compurgado el 75.94 por ciento de su sentencia” por el delito de lesiones, considerado como no grave.


Velázquez fue puesto en libertad el día 27 de octubre y fue detenido el día 5 de noviembre después de que mató a Elvia Elena García Medina, en San Pedro Cholula el lunes 3 de noviembre.


Al parecer el reo al ser puesto en libertad volvió a ver a su esposa para vivir con ella, a pesar de que su hermano José Alejandro Velázquez había firmado una carta responsiva en la que aseguraba que cuidaría de su conducta y le apoyaría para buscar un empleo.


“Pasó un estudio pedagógico, estudios de trabajo, cómo participó dentro del Cerezo, sí hubo algún correctivo disciplinario. Y lo más importante: hubo estudios médicos y psicológicos. La persona tenía un problema de depresión, era depresivo. Los psicólogos le dieron tratamiento y cuando los éstos hacen todo un análisis determinan si se le puede conceder la preliberación, y él demostraba una conducta perfecta”, detalló Cuesta.


Incluso la víctima, su esposa, lo visitó meses después de que ella misma denunció el delito de lesiones por el que fue procesado en un inicio. Indalecio Cuesta indicó que el caso de Velázquez es inédito:


“Nunca había pasado. Si de esa manera hicimos un análisis minucioso, ahora vamos a redoblar esfuerzos para devenir todo esto. Pero la conducta del ser humano es impredecible”.


Velázquez formó parte de un grupo de 27 preliberaciones, de las cuales, según insistió el funcionario de la Segob, ninguna de ellas tiene que ver con delitos graves.

 

 

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