Crimen organizado asesinó a los dos judiciales

Selene Ríos Andraca

El secretario de Gobernación Mario Montero Serrano aseguró que los dos policías judiciales caídos en el fin de semana en Atlixco y Cañada Morelos fueron asesinados por la delincuencia organizada que atesta al país y a la entidad.

“El crimen organizado está en todo el país, son situaciones que se siguen presentando, hay muchas como éstas que se conocen, donde interviene la PGR, y hay otras que ni se conocen, pero también se actúa.”

En entrevista, Montero Serrano comentó que la Procuraduría General de Justicia de Puebla (PGJ) ha comenzado las investigaciones en torno a los asesinatos de los dos judiciales, uno baleado en las inmediaciones de Atlixco e Izúcar de Matamoros y el otro por causa de la detonación de una granada de fragmentación arrojada a la comandancia en la comunidad de Cañada Morelos.

El secretario de Gobernación explicó que las indagatorias siguen las líneas de inteligencia dadas a conocer desde hace meses, cuando descubrieron que la Sierra Norte y la Negra son rutas obligadas para el traslado de narcóticos.

Aunque el procurador Rodolfo Igor Archundia Sierra señaló que la PGJ no había iniciado las indagaciones sobre el tema ni había tomado cartas en el tema de los asesinatos por tratarse de asuntos del orden federal, Montero Serrano le enmendó la plana y aseguró que la dependencia marinista se encuentra colaborando de la mano con la Procuraduría General de la República para las pesquisas.

El viernes en la madrugada un enfrentamiento entre judiciales y un grupo armado de narcotráfico dejó como saldo la muerte del agente Rubén Flores Martínez, quien feneció al instante por el impacto de balas de alto calibre. El sábado en la madrugada en Cañada Morelos, comunidad de la Sierra Negra, el policía José Luis Pérez Sánchez murió por la detonación de una granda lanzada por presuntos sicarios del cártel del Golfo.

Es preciso señalar que en los últimos seis meses, cuatro elementos de la Policía Judicial han muerto en manos de presuntos Zetas en diversos enfrentamientos. El primero se dio a mediados del año por el encontronazo entre judiciales y Zetas en Orizaba, Veracruz. Después, en septiembre un comandante de la judicial de Tehuacán fue sorprendido en su vehículo y acribillado en plena luz del día en la segunda ciudad más importante de la entidad. En esos mismos días, Víctor Dorantes, subprocurador de Justicia, sufrió un atentado en su vehículo y resultó ileso. Los atentados van de la mano con los golpes de la PGJ y de la Metropolitana a los sicarios del Golfo.

Ante la ola de violencia asentada en la entidad, Montero Serrano aseguró: “El crimen organizado está en todo el país, son situaciones que se siguen presentando, hay muchas como éstas que se conocen, donde interviene la PGR, y hay otras que ni se conocen pero también se actúa.”

El encargado de la política interna en el estado reconoció que los últimos dos asesinatos están ligados a la delincuencia organizada, aunque se negó a especificar si se trataba de una venganza perpetrada pos los supuestos Zetas.

A decir del funcionario, las autoridades estatales han emprendido acciones para detener los delitos relacionados con el crimen organizado, enfermedad social del país que afecta casi todos los rincones de la República Mexicana.

“Esto es una situación que forma parte del trabajo de coordinación con el Gobierno federal y los municipios (…) el asunto tiene otras aristas, algunos antecedentes que se investigan, no somos una isla, no estamos ajenos a que se dé la presencia de delincuencia organizada.”

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