Este texto representa la primera entrega de una serie de diez reflexiones en las cuales analizaré el lacerante problema de la pobreza en Puebla; ello, con la información que hasta el año 2012 tienen disponible los organismos nacionales responsables de estudiarla, difundirla y hacer las recomendaciones a los gobiernos para abatirla. Dicho de otra forma, será un análisis documentado lejos del triunfalismo de los discursos oficiales y de las pasiones políticas que le conllevan.
La primera preocupación que surge, resultado de las cifras, es que entre el año 2010 y 2012 aumentó, drasticamente, el número de pobres en el estado. En el Análisis y Medición de la Pobreza, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) se señala que 262 mil poblanos se sumaron a la lista de pobres en el Estado, por lo que la pobreza se elevó en 3 puntos porcentuales, al pasar de 61.5 a 64.5 por ciento en el periodo en comento.
Para entender un poco las implicaciones de este aumento debe decirse que la población en condición de pobreza en la entidad pasó de 3.6 a 3.9 millones de personas; es decir, que dos de cada tres poblanos padecen de alguna carencia social y perciben un ingreso insuficiente para adquirir el mínimo de productos para satisfacer sus necesidades.
Dicho de otro modo, actualmente el número de pobres en nuestro estado es casi el número de habitantes de Tehuacán, o la suma de los habitantes de los municipios de Amozoc y Atlixco, o de San Pedro Cholula y San Martín Texmelucan juntos, o los habitantes que suman los municipios de Huejotzingo, Huauchinango y Zacatlán, cuestión que desde luego no es menor y es foco de atención de nuestras preocupaciones.
Para dimensionar que representa el número de pobres de nuestro Estado actualmente vale la pena decir que éstos equivalen a poco más del total de habitantes que tienen cada uno de los siguientes estados: Oaxaca, Chihuahua, Guerrero, Tamaulipas o Baja California.
Ahora bien, el Coneval clasifica a la pobreza multidemensional según varios parámetros: la moderada, en la que se padecen hasta dos carencias de las seis que evalúa (rezago educativo, accesos a los servicios de salud y seguridad social, a vivienda, calidad en los servicios y la alimentación) y la extrema, en donde se padecen de tres a más carencias de las antes señaladas.
En este sentido, en materia de pobreza moderada Puebla pasó de 2.6 millones de personas en 2010 a 2.8 en 2012; es decir, aumentó de 61.5 a 64.5 por ciento de población ubicada en esta brecha de pobreza. En tanto, la pobreza extrema pasó de 1 millón de personas a 1.1; es decir, aumentó de 17 a 17.6 por ciento de la población del estado.
Lo anterior, se vuelve aún más preocupante cuando se elucida que Puebla es la octava economía del país y que incluso lleva varios años encabezando la lista de estados con muy alto crecimiento económico. Lo cierto, es que ante tales triunfos la realidad es tajante: la mayor parte de los municipios del estado enfrentan serias dificultades para proporcionarle servicios a su población; el 90 por ciento registra alta y muy alta marginación social y la pobreza se agudiza a niveles preocupantes, como se ha expresado.
Para muestra un boton, Puebla Capital es el municipio con mayor número de pobres en el país; a nivel Estado, el nuestro se encuentra en el segundo lugar de mortalidad infantil; 24.4 por ciento de los niños sufren algún grado de desnutrición; 10.4 de los niños menores de 5 años padecen desnutrición; 5.7 por ciento de los niños entre 6 y 14 años de edad no asisten a la escuela y 49 por ciento de la población hasta 14 años no tienen derechohabiencia a los servicios mínimos de salud.
La comparación entre la pobreza multidimensional de Puebla y la nacional, bajo cualquier indicador, muestra un gran rezago en nuestro Estado: en pobreza moderada hay una brecha de 12.2 puntos porcentuales para que Puebla alcance la media nacional, y en pobreza extrema la brecha es de 7.6 por ciento.
Puebla no sólo va en caida libre en cifras nacionales, sino que ha venido perdiendo batallas en la lucha contra la pobreza durante los años más recientes; en 2012 desplazó a Oaxaca como tercer lugar, en el rango de entidades federativas con mayor porcentaje de población en pobreza:
Entidades federativas con mayor porcentaje de población en pobreza. 2010-2012
2010 2012
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Chiapas 78.5 74.7
Guerrero 67.6 69.7
Puebla 61.5 64.5
Oaxaca 67.0 61.9
Tlaxcala 60.3 57.9
Veracruz 57.6 52.6
Michoacán 54.7 54.4
Coneval, 2010 y 2012
Ante este panorama, nada alentador, queda abierta la reflexión sobre lo falso del triunfalismo discursivo y lo preocupante de la crisis en las cifras. La pobreza en Puebla cobra víctimas, no sólo porque las personas que la padecen pierden oportunidades de mejorar su nivel de vida, o algunas de sus libertades individuales y de participación política, sino por que en si mismas, las personas en situación de pobreza pierden la vida por hambre, situación que no debe, ni puede permitirse en nuestro Estado.
En las entregas siguientes me ocuparé de analizar las causas de esta preocupante situación social, de las fallidas políticas contra la pobreza en la entidad y de las perspectivas que en esas circunstancias amenazan la estabilidad y el bienestar de nuestro estado.