Sunday, 07 de September de 2025

El metrobús cumple un año de vida y genera decepción

Martes, 21 Enero 2014 01:34
El metrobús cumple un año de vida y genera decepción
La primera y la segunda RUTA que implementó el gobierno morenovallista sólo han ocasionado dolores de cabeza a usuarios, los constantes fallos técnicos en las máquinas expendedoras de tarjetas, así como para recargas, además del tiempo de traslado, son algunas de las quejas de los usuarios de este transporte
  • Elvia Cruz



Un año después de haber sido puesto en marcha la primera línea del metrobús poblano, ha resultado una decepción para sus propios usuarios, quienes detallan, uno a uno, los defectos operativos de lo que se propuso como una modernización radical del transporte público en la entidad.



Los constantes fallos técnicos en las máquinas expendedoras de tarjetas, así como para realizar recargas, son el primer dolor de cabeza, seguido por la lenta frecuencia de paso de las unidades, tanto de la troncal como de las alimentadoras. En la primera se había proyectado un promedio de 5-10 minutos, pero en la realidad llegan a tardar hasta media hora. Lo mismo ocurre con las siete rutas alimentadoras que en horas pico llegan a tardar hasta 40 minutos.



Este medio realizó un recorrido durante dos días en la ruta Tlaxcalancingo-Chachapa, verificando los problemas que existen en cada uno de los 38 paraderos, además de medir el tiempo en el que pasa tanto este medio de trasporte como las rutas alimentadoras, cuyas unidades ya se observan maltratadas.



A lo largo de su primer año, la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) también ha sufrido el acoso de sus propios operativos, pues los paros técnicos provocador por la falta de pago a personal de seguridad y choferes subcontratados por la empresa ATT Maximus están a la orden del día.



La infraestructura ni siquiera ha sido concluida, ya que en el trayecto de 18 kilómetros todavía hay puentes peatonales que no han sido concluidos, como el ubicado en Estrellas del Sur, a la altura de la plaza San José.



Pero de nada se quejan más los propios usuarios que de los fallos en el sistema de cobro, así como en la falta de asistencia por personal técnico cuando el saldo de las tarjetas se queda en cero o no se produce la recarga.



No todo es malo según los usuarios, aunque pocos, hay poblanos alegres porque sus tiempos de traslado se acortaron, así como por el hecho de que la transferencia del troncal a la alimentadora por 1.50 pesos sí se respeta. Claro, siempre y cuando funcionen correctamente los sistemas de cobro y recarga.



 



“Es igual o peor que



el transporte público”



Christian López es un joven comerciante que generalmente se traslada de la colonia Santa Clara a Xonaca, y para evitar tomar tres camiones, se ve obligado a esperar el metrobús, al cual en ocasiones ha esperado hasta por más de media hora.



Pero el tiempo no es el único problema con el que se ha enfrentado desde que hace uso de este sistema —aunado a los tiempos extras que aguarda en hora pico cuando este transporte pasa lleno— sino también los aparatos de recarga le han “robado”, literalmente, su dinero.



“A veces se traban las máquinas o a veces en la máquina no agarran (no leen las tarjetas). Le recargas 30 pesos, por ejemplo, y al otro día ya no tiene uno saldo. Eso me ha pasado muy seguido. Las máquinas me roban mi dinero y nadie me resuelve. Todos ‘se echan la bolita’ cuando he reclamado”. Entrevistado en el paradero de la China Poblana contabiliza al menos cuatro experiencias de este tipo, con recargas desde 20 hasta 50 pesos.



Esa versión refuerza Leticia López, quien es ama de casa. Ella además de hacer uso del transporte articulado de la China Poblana a La Paz, también ha recurrido a las líneas 8 (Bosques de San Sebastián-Zavaleta) y 9(Bosques de San Sebastián-Suburbia) de las rutas alimentadoras.



La entrevistada reduce el servicio a “peor o igual de malo” que el trasporte público normal. “Uno se sube porque realmente uno sí tiene necesidad de transportarse pero realmente es un mal servicio”, comenta.



—Entre el metrobús y el transporte público, ¿cuál prefiere? Se le cuestiona.



—El anterior claro, tardan menos tiempo en pasar. Puedes decir “se me va este pero no tarda en pasar el otro”. Aquí (con el metrobús o con las alimentadoras) se te va éste y ya se te hizo tarde. Aparte, los choferes manejan pésimo, al menos los otros ya sabes a lo que vas, pero con este nuevo, se supone que iba a ser mejor.



Durante el tiempo que CAMBIO estuvo verificando el mal servicio, en paraderos como Estrellas del Sur, China Poblana, Universidad Tecnológica, Rivera Anaya, El Pilar, Amalucan, los usuarios ingresaban sin hacer algún pago. No porque no quisieran, pues muchos intentaron pasar sus tarjetas, pero el sistema no las registró.



“Es porque no hay luz desde la mañana. Ya lo reporté pero nadie ha hecho nada”, comenta a la reportera una persona a cargo de la seguridad de uno de los paraderos, quien cuestionada después de las 13 horas en el paradero de Estrellas del Sur, confirmó que este tipo de fallas se registran continuamente, situación que ha enfrentado al personal que está a cargo de vigilar con los usuarios.



“Hoy les toca pasar gratis porque no es culpa de ustedes”, comenta la mujer a quienes llegan a esta estación y se limita en registrar los códigos de las tarjetas.



En el resto de los paraderos en donde los aparatos son inservibles no hay ni cajeros ni personal de vigilancia para orientar a los usuarios, como en la China Poblana, que además del caos que registra porque algunos se brincan, se observan rayones en cristales y máquinas.



 



Pérdida de tiempo y dinero, las denuncias constantes



“La máquina se traga el dinero y el servicio no es muy rápido que digamos. Se supone que debe de pasar cada cinco minutos y pasa cada 15 o hasta 25 minutos después”, señala Jazmín desde la terminal del Tecnológico.



La universitaria del CLEU, diariamente hace uso de este transporte para trasladarse a sus clases, y expone que con el problema con el que más se ha topado es que no le hacen efectivo sus recargas, además, que con el retiro del transporte público que operaba por esta zona en 2012, se hacía menos tiempo que ahora a su destino.



 “A mí no me conviene (el RUTA), si antes me tardaba yo de 15 a 20 minutos para trasladarme, ahora me tardo más (…) También he tenido pérdidas de 20 pesos en cada recarga. Nunca hay quién te resuelva en ese momento”.



En los dos días que CAMBIO estuvo en las estaciones, en las inmediaciones y en el propio transporte sólo encontró una persona satisfecha con el proyecto, pero a medias. Se trata de Víctor Rojas, quien es empleado de una tienda departamental, que asegura que el metrobús sí le ha beneficiado en el tiempo de traslado de Bosques del Pilar a Suburbia Reforma, ya que antes se hacía una hora, y ahora tarda 35 minutos para llegar a su destino.



Sin embargo, como el resto de los entrevistados, también se ha topado con máquinas inservibles, que si no “tragan” las monedas o no leen su tarjeta, por lo que tiene que hacer el pago directo a cualquier persona que se para en ese momento en la entrada para cobrar de manera directa.



 



Paro de choferes subcontratados por ATT Maximus



El viernes 17 de enero, segundo día que diario CAMBIO se trasladó en el recorrido Tlaxcalancingo-Chachapa, no sólo se encontró con las fallas en el servicio administrativo, de traslado y de tiempo, sino también con quejas de los 40 choferes que trabajan en esta línea por retraso en sus pagos.



Ante la falta de personal en las estaciones para mantener informados a los usuarios, en la tarde de ese día se generó un caos mayor debido a que el servicio se detuvo por más de dos horas.



“Muy mal por parte del gobierno. Para cobrar impuestos sí están buenos, de ponernos y quitarnos cosas, sí están muy bien, pero para el servicio que es lo único pedimos sí están muy mal (…) Yo vengo aquí a la escuela y me traslado diariamente a Cholula”, señaló alrededor de las 16 horas Andrea Montes López, estudiante de la Universidad Tecnológica.



Llevaba una hora esperando sin que alguna persona de la administración le informara a ella y a otro grupo de personas que en ese momento se encontraba allí lo que sucedía.



Evidentemente enojada por la situación, la joven agrega: “preferimos mil veces pagar dos pasajes para que nos devuelvan las rutas que nos quitaron, a estar esperando el camión (el metrobús)”. Esa tarde, por el paro de los choferes, ella perdió tres horas.



 



“No vamos a permitir que nos retrasen los pagos”



Fue alrededor de 16 horas cuando los 40 operadores del metrobús pararon labores por un retraso de dos días en el pago de la quincena correspondiente a las primeras dos semanas de enero.



Los que se dirigían de Chachapa a Tlaxcalancingo fueron los primeros en parar los camiones, minutos más tarde hicieron lo propio quienes iban en sentido contrario.



“No vamos a permitir que nos retrasen los pagos (…) sí son apenas dos días, pero no los vamos a acostumbrar porque esto ha sido constante”, dijo a diario CAMBIO uno de los choferes que participaron en el paro de más de dos horas, quien pidió se omitiera su nombre por temor a represalias, tras confirmar que desde el gobierno del estado “salen indicaciones de despedir a quienes se quejan”.



Esta fue la segunda vez en menos de un mes que exigieron sus pagos mediante protestas, dejando sin servicio al menos a 40 mil usuarios.



Tras negociaciones que se dieron con la parte administrativa, los operadores reanudaron el servicio después de las 18:30 horas. La promesa fue cubrirles el adeudo a más tardar este lunes.



 















 



 



 



 



 



 



 



 



 

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Modificado por última vez en Martes, 21 Enero 2014 02:24