El pasado 15 de febrero el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez presumió la detención de una peligrosa banda dedicada al robo a casa habitación conformada por tres sujetos; sin embargo, no fue así. En realidad, eran cinco ladrones, de los cuales dos huyeron, dos quedaron detenidos y uno fue ejecutado por tres disparos: dos en la espalda y uno más en el pecho con un AR-15.
CAMBIO consultó a los vecinos afectados y se entrevistó con uniformados de Puebla y Tlaxcala para descubrir qué fue lo que realmente pasó esa noche, ya que la información oficial fue escueta e imprecisa.
La persecución y balacera se registró la madrugada del mismo día de la declaración de Rivera Pérez, cuando policías municipales perseguían a delincuentes sobre la Vía Corta a Santa Ana y concluyó con la ejecución de uno de los criminales, quien fue acribillado a balazos al estar rodeado por 30 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Bajo el pretexto de que los rateros iban huyendo y realizando detonaciones, fue que los municipales detonaron sus armas contra un Seat Toledo color blanco en el que huían los tres sujetos, mismos que al verse acorralados por las más de 10 unidades oficiales que iban tras de ellos, optaron por bajar del vehículo y huir a pie, decisión que le costó la vida a uno de ellos.
Mientras que los otros dos que se dieron a la fuga huyeron en Volkswagen Pointer color negro, el cual abandonaron más adelante.
Mintieron para encubrir el asesinato
De acuerdo con los testimonios recabados por CAMBIO, al momento de declarar los oficiales comentaron que dos de sus compañeras habían resultado lesionadas por una bala que las impactó y que fue detonada por uno de los delincuentes; sin embargo, no fue así, ya que el proyectil únicamente le rozó pero no la tocó, por lo que fue solamente una excusa para poder justificar el abuso de autoridad.
El momento de los hechos
Todo comenzó alrededor de las 05:00 horas del pasado 15 de febrero cuando cinco hombres ingresaron a un domicilio ubicado en la calle Morelos de la Colonia Leobardo Coca para robar celulares, pantallas, tabletas y dos vehículos.
Detenidos
Derivado de esto, fue detenido Sergio N, de 22 años de edad y Raúl N, siendo éste último quien también resultó lesionado y que fue trasladado a un hospital, del que por cierto, se desconoce si aún permanece ahí. A los detenidos se les imputó el robo, portación de arma de fuego, ataques contra funcionarios, lesiones y resistencia a una autoridad.
Mientras tanto, de los otros dos criminales se desconoce su identidad.

Staff CAMBIO
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