El Día de las Madres no fue festivo para todos, no para los dos hijos de Liliana Lozada que fueron a verla al Panteón Edén, a saludarla y deshojar una docena de rosas sobre su tumba, lloraron no solo porque no tuvieron a quien festejar, sino porque no han tenido justicia por el homicidio de su mamá que tuvo una muerte lenta y dolorosa, al ser asesinada por varias cuchilladas.
Los dos hijos de Liliana, de siete y 10 años, estuvieron inmóviles por un buen rato frente a la tumba de su mamá, apenas y alcanzan a comprender que jamás la volverán a ver y su familia prefiere no darles detalles de la causa de su muerte.
Para ellos, lo único que supieron fue que la mañana del 3 de enero se despidió y les dijo que los veía más tarde, se iba a trabajar. Pero nunca regresó. Y se convirtió en la víctima número 1 de feminicidios del 2022 ocurridos en el estado de Puebla.
Lily, como todos la conocía trabajaba como edecán y modelo, ese día acudió a un servicio a la zona residencial de Tenextepec y nunca más salió de la zona, 18 días después del reporte de su desaparición hallaron su cadáver en avanzado estado de descomposición a escasos kilómetros de la casa a donde fue a dar un servicio.
Lo más lamentable es que la Fiscalía General del Estado detuvo e interrogó al sujeto que la contrató el 3 de enero y después lo dejó libre por falta de pruebas.
El hombre clave es asesor financiero y prestamista de efectivo, además es el principal sospechoso del feminicidio de Liliana Lozada y ahora se encuentra en calidad de prófugo.
La FGE abrió la carpeta de investigación FGEP/CDI/FEIDDFPDCP/DESAPARECIDOS-I/000005/2022 y después anexó otra por el delito de feminicidio, pero el caso sigue abierto y obviamente impune porque no pueden dar con el asesino.

Carlos Rocha
@rochapress