Manuela Morales, una joven poblana que fue encarcelada desde el año pasado por el influyentismo del doctor Ángel Cabrera Fernández, dueño de varios moteles y clínicas en Puebla, presenta problemas de salud por la golpiza que le dieron la ex pareja y las hijas del médico, además se le negó la libertad bajo arraigo domiciliario o bajo fianza en el penal de San Miguel.
En entrevista con CAMBIO el señor Leobardo Morales, padre de la afectada, señaló que su hija comenzó a presentar síntomas extraños tales como mareos, dolor intenso de cabeza, punzadas e incluso vista borrosa, mismos que son secuelas de la agresión de la doctora Juana Bobadilla del Rio ex esposa del médico Cabrera y de sus tres hijas Maribel, Angelina y Nicol, practicantes de karate.
“Mi hija ya comenzó a tener secuelas de la golpiza que le dieron la doctora Bobadilla y sus tres hijas, mi Manuela tiene dolores intensos de cabeza, insomnio y punzadas, adentro de la cárcel solo se controla con té porque nosotros ya no tenemos dinero, que todos los abogados que contratamos son comprados por el doctor Cabrera”, aseguró.
Asimismo, volvió a pedir al gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, intervenga en el caso ya que el juez de control Carlos Guillermo Ramírez Rodríguez, le negó la libertad bajo arraigo domiciliario o bajo fianza a Manuela en tres ocasiones por ser amigo del médico, además de comprar a los defensores legales de la afectada que se encuentra tras las rejas.
En ese sentido, el abuelo de la pequeña ‘Monse’ N de nueve años, hija del médico Cabrera y de su hija Manuela, reveló que el próximo 29 de marzo concluye el trato de medición de la custodia compartida por lo que tendrán que volver a enfrentarse con el doctor que mantiene sus amenazas e incluso se burla de que Manuela se encuentre en el penal.
El pasado 13 de febrero la familia Morales Morgado denunció a través de redes sociales la golpiza que le dieron a su hija Manuela y pidieron apoyo a las autoridades para frenar el influyentísimo del médico, expusieron a la familia Cabrera Bobadilla por abusar de sus contactos, ya que con engaños y sin una orden judicial aprehendieron a Manuela en el estacionamiento de la plaza Cruz del Sur con elementos de seguridad privada.
Después de la detención, la familia Morales comenzó a vivir un infierno de amenazas, además de pelear por la custodia de la pequeña ‘Monse’ N de nueve años, misma que reveló a esta casa editorial que su papá le pedía escapar y con engaños sacarla del país.
Por miedo y necesidad, Manuela tuvo que aguantar por 10 años abuso sexual, golpes, humillaciones y amenazas del dueño de tres clínicas y dos moteles.
Leslie Mora
@LeslieMora22