El Jefe de Jefes como se le conoce a Miguel Ángel Félix Gallardo, negó haber participado en el asesinato del agente estadounidense Enrique Camarena en 1985, crimen por el que lleva más de tres décadas encarcelado.
“Ignoro por qué se me relaciona, porque ese señor no lo conocí. Le repito: yo no soy una persona de armas. Lamento mucho porque sé que era un buen hombre”, expresó a Telemundo desde la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
De acuerdo a la nota publicada por El Debate, el capo permanece aislado en una celda de máxima seguridad, apareció sentado en una silla de ruedas, “completamente” ciego de un ojo y sordo de un oído, y apoyado en algunos momentos por una bombona de oxígeno.
El capo de 75 años de edad apareció con un estado de salud visiblemente deteriorado.
“Mi salud es pésima, mi familia está haciendo un hoyo para yo ser enterrado en un árbol, no tengo pronóstico de vida ninguno”, expresó.
Dijo que nunca ha pensado en una “fuga” de la cárcel ni tampoco pretende acogerse a la liberación que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prepara para los reclusos mexicanos de más de 75 años.
El narcotraficante fundador del cártel de Guadalajara, lleva encarcelado desde 1989 por el asesinato del agente de la DEA, aunque fue hasta 2017 cuando se le impuso como cadena 37 años de prisión.
Félix Gallardo y sus socios Ernesto Fonseca y Rafael Caro Quintero fundaron y lideraron en las décadas de 1970 y 1980 el cartel de Guadalajara, una de las primeras organizaciones criminales mexicanas que trabajaron con las mafias colombianas de las drogas.
Con información de El Debate.

Redacción Diario Cambio
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