Cifra que crece desproporcionalmente año con año.
El relevo generacional no solo es necesario, es inminente.
Existen municipios como San Martín Texmelucan en donde los habitantes de entre 18 a 29 años están por llegar al 40% de la población.
Jóvenes que pueden decidir el rumbo de las elecciones si se lo proponen.
Es el segmento poblacional más participativo… si lo quiere.
Pero ¿Cómo llegar a esta poblacional?
Pocos partidos se han hecho esa pregunta.
Pocos aspirantes han tomado en cuenta estos datos.
Casi nadie ha formulado una plataforma electoral dedicada a este segmento.
El más difícil de convencer.
Los que más acceso a la tecnología tienen, mejor acceso a la información, por ende.
En tiempos de pandemia será el sector con mayor cercanía digital a candidatos.
Además, la generación que más estudios académicos tiene.
No hay playera, despensa o regalo que pueda convencerlos.
No quieren escuchar a candidatas y candidatos trajeados con discursos repetitivos.
Quieren ser escuchados.
Quieren que su voz valga.
Quieren que las propuestas de campaña tomen en cuenta a este sector.
Uno de los más lastimados por la delincuencia.
Un segmento de la población que día a día observa como jóvenes deciden tomar el camino de la delincuencia.
Un sector desde el que podría atacarse a la delincuencia, en donde la prevención al delito puede salvar vidas de jóvenes y adultos.
¿Será esta la campaña que incluya a la juventud en su agenda, no solo en discurso, más bien con acciones y propuestas enfocadas a mejorar la realidad de los y las cientos de miles de jóvenes poblanos?
Les tocara a las juventudes analizar y decidirse por las y los candidatos que conozcan sus necesidades.
Pero también le tocará a la juventud alzar la voz.
Muchos de quienes serán candidatos y candidatas no conocen las problemáticas que este segmento poblacional tiene.
No tienen por qué saberlo.
Nos decían nuestros abuelos, “A quien no habla, Dios no lo escucha”
Hablen jóvenes y griten si es necesario.
El relevo generacional es inminente, pero necesita un empujoncito que retumbe en las bases de un sistema político lejano a la juventud.
