Es fácil identificarlo en distintos ámbitos cotidianos: personas irritables en los establecimientos, mayor demanda de servicios de alta calidad, más necesidad de productos personalizados que antes y anhelo exclusividad; por mencionar algunos.

 

De tal suerte que, aunque pudiera parecer un enorme problema para muchas empresas establecidas que ya tienen sus parámetros de producción, atención y servicio pos venta muy estandarizados; es una enorme ventana de oportunidad para ganar más clientes.

 

Imagina por un momento que elevas tu calidad en el servicio y enfocas tu energía, recursos materiales, factor humano y objetivos en la satisfacción de tus consumidores; para poder convertirte en esa empresa que resuelva de manera empática las necesidades de su mercado y que lo entienda.

 

Te convertirías rápidamente en la primera opción para tu mercado meta e incluso para quienes no te conocían.

 

Todos, sin importar cuánto gastemos, consumimos y tenemos el poder de elegir ¿dónde, cómo, cuánto y cuándo gastar? Y cuando sentimos ese poder de elección, somos capaces de disponer de un mayor recurso para gastar en esa firma que nos entiende.

 

Una bebida preparada a nuestro gusto, un helado con la combinación de toppings adicionales a nuestra elección, hasta planes vacacionales o programación en sistemas de streaming adaptados a nuestras preferencias, servicios sin plazos forzosos; son mucho más atractivos que consumir en serie lo que las tiendas ofrecen.

 

El saber que el tiempo es más valioso porque cada vez nos queda menos y comprender que hay cosas que no tienen precio, nos hace enormemente exquisitos a la hora de elegir, por ello es sumamente recomendable escuchar a tu mercado meta.

 

Capacita a todo tu personal en materia de atención al cliente, realiza encuestas y monitoreo de calidad en el servicio, escucha las sugerencias o retroalimentación de tus consumidores y modifica aquello que la mayoría considere como necesario o negativo.

 

Recuerda que la satisfacción del cliente es elemental para que cualquier tipo de negocio; pequeño, mediano o grande sobreviva.

 

Dale valor a lo que recibe tu consumidor por lo que paga, puede que lo que te haya comprado no le dure para siempre, pero si logras generarle una experiencia positiva, ésta le acompañará por el resto de su vida y a ti, ese cliente, te será leal.

 

Toma en cuenta que la calidad en el servicio no siempre tiene que ver con la cantidad, radica en la calidad de lo que ofreces, la forma en la que se lo presentas al mercado, el seguimiento de la venta, detalles básicos como hacer sentir a tus clientes importantes, que comprendes sus necesidades, que puedes entender su urgencia por recibir un producto o servicio, el ser flexible y poder adaptarte a sus opciones, tu capacidad negociar e incluso, dejarlo ir sin presión o tanta complicación con tal de mantener su ingreso, son detalles que marcan la diferencia.

 

No quiero decir que des más de lo que ellos pagan, más bien es resaltar que hay detalles que no cuestan pero valen tanto que mantienen los lazos con tus clientes por mucho tiempo.

 

Imagina por un momento cómo te has sentido cuando recibes algo que no era lo que querías, que llegó incompleto, que cuando quisiste regresar el producto o cancelar el servicio nadie te apoyó, ¿Verdad que no te dieron ganas de volver a ese lugar?

 

Pues entonces, trata de atender a cada cliente, sin importar cuanto represente su ticket para tu empresa, como si fueras tú mismo el que está del otro lado del mostrador y te aseguro que tu empresa se fortalecerá mucho más y podrás ser un… UNIVERPRESARIO