A propósito del día internacional de la mujer, es elemental visibilizar la importancia de todas en el desarrollo de la economía del mundo, porque desde cualquier arista: cultural, profesional, académico, deportivo, desde el emprendimiento, lo social y político abonamos al PIB; porque no sólo consumimos, creamos empleos, administramos el recurso en el hogar para que haya orden desde la base de las sociedades y en sí, somos complemento para que el mundo avance.
No debería ni ser tema el pedir que se respete nuestro lugar pero, ante la falta de equidad de condiciones, bien vale la pena decir que: las mujeres también tenemos canicas para jugar!
Y jugar abonando desde posiciones interesantes.
Desde la antigüedad, las mujeres hemos sido un factor detonante del desarrollo de la humanidad, no sólo por la facultad de engendrar vida y mantener la especie, sino, sumando de forma activa en las tareas de la evolución misma de la civilización.
Hemos optimizado nuestras circunstancias y lo hemos hecho bien, puesto que, cuando se nos dejó en las aldeas para el cuidado de los ancianos y crías, mucho tuvimos que ver en el desarrollo de la agricultura, que fue, a su vez, el inicio del desarrollo de las civilizaciones, la disminución del nomadismo y la práctica de las primeras formas de comercio; ya que al tener excedentes era mucho más fácil intercambiarlos por aquello que no era posible conseguir o bien, que resultaba en acumulación de patrimonio.
El florecimiento de las culturas antiguas como la romana, griega, egipcia, china y más; dieron muestra clara de la paridad de la que gozaban las mujeres de entonces, en muchos de los casos, podían gobernar, eran educadas y adiestradas con conocimiento de diversa índole y esto dio como resultado, el florecimiento de muchos territorios donde se sumaban el talento de hombres y mujeres.
Es lamentable que tras la nueva era, todo se haya derrumbado y hayamos comenzado de nuevo pero no desde lo ganado, sino con enormes desventajas al ni siquiera ser visibilizadas en muchos de los casos.
Y no hablemos en término económico o político meramente, sino desde lo básico que, como ya lo dije, ni siquiera debería ser tema a tratar porque en teoría, son condiciones que los derechos humanos universales nos otorgan pero, no nos los hacen efectivos.
En muchos lugares se ha considerado a la mujer como mero ser de acompañamiento y procreadoras.
En otros puntos, la lucha por ganar la oportunidad de acceder a la educación, al poder votar, ocupar cargos políticos, públicos, directivos, trabajar, realizarse como profesional o simplemente decidir sobre cómo quiere vivir, ha sido todo un reto que incluso, ha costado la vida de muchas.
La carrera no es pareja, porque mientras la pista para los varones se encuentra despejada, para una mujer, que decide ser madre y no abandona su sueño de realizarse, es una carrera de obstáculos.
El camino aún es largo, porque debemos comenzar a erradicar los paradigmas de que la crianza es sólo tema de mujeres y las oportunidades de crecimiento para hombres; que somos subordinadas por la especie que se dice más fuerte y que nos tocan otros roles por ser mujeres.
Tenemos amplias capacidades para generar riqueza, desarrollo, complementar con nuestro talento y habilidades porque, lo que muchos ven como debilidades, son quizá, nuestras mayores fortalezas.
Las condiciones de terreno nos han hecho ser 4X4, hoy nos preparamos para estar al nivel y trabajar hombro con hombro con nuestros compañeros de mundo.
Es momento de vernos con respeto, de que se nos den las condiciones para no ser violentadas y entonces, sólo entonces, cuando pongamos piso parejo para todas y todos, porque esto no sólo es tema de géneros sino de respeto a todos los sectores de la sociedad, alcanzaremos el tan anhelado desarrollo integral y pleno para todos.
Entonces, será mucho más fácil poder ser un… UNIVERPRESARIO.
