Mientras el alcalde Eduardo Rivera Pérez se aumenta el sueldo para ganar 120 mil mensuales, y paga a sus incondicionales entre 60 mil y 90 mil pesos, y a sus asesores panistas y priistas entre 50 y 35 mil mensuales, existen mil 112 extrabajadores de la administración anterior que no han recibido su finiquito.

Rivera Pérez tiene cuentas pendientes, al menos mil y no es en sentido figurado, es real.

Cuando el panista tomó protesta como alcalde de la capital, la noche del 15 de octubre automáticamente 713 personas que trabajan en el Ayuntamiento perdieron su empleo, fue un acuerdo de la Entrega-Recepción. De hecho, la última secretaria de Gobernación de la administración claudista, Catalina Pérez Osorio, tuvo que dejar firmadas sus renuncias.

Un mes después, en noviembre, salieron otros 343 poblanos. El último mes del año, 54 trabajadores se fueron y se quedaron sin empleo, su renuncia se hizo válida.

Fue así que sumaron mil 112 despedidos por el gobierno de Eduardo Rivera, por haber trabajado en la administración claudista, este número está libre de sindicalizados o los que buscaron quedarse con una plaza. Son el resto, los que lograron un empleo en el municipio y se terminó cuando se acabó el trienio.

A ellos se les informó de un plazo de tres meses para recibir su finiquito. Aunque la Ley marca que son únicamente 30 días.

El grueso de los despedidos fue durante octubre y en consecuencia esperaban su finiquito para diciembre o enero, máximo febrero. Pero no fue así.

Los meses pasaron y les daban pretextos, el principal fue que tenían que cumplir con una serie de requisitos burocráticos, como juntar una serie de sellos en diferentes áreas, trámite conocido como FORM.210/SECAD/112124 y denominado Constancia de liberación de resguardos varios.

Pareciera que el plan es cansarlos. Sólo les notifican por correo electrónico y es un mensaje de esperanza por recibir su dinero como si fuera limosna.

Es por eso que están cansados, hartos del trato y de la manera déspota con la que se dirigen, los humillan y minimizan, cuando lo que se les debe es un finiquito que por Ley les debe ser entregado.

Ya empezaron a pagar, hay que decir, pero los citaron a partir del mes de marzo y pasan 30 personas cada semana, si es que no se corta la frecuencia. Así, no se sabe cuándo podrán terminar.

La cantidad es incuantificable debido a los diferentes salarios que tenían las personas que trabajaron en el anterior gobierno municipal, y prácticamente se les concedió un mes y medio de sueldo como liquidación.

Si se considera un sueldo promedio de 15 mil pesos al mes, se podría calcular que la suma por los finiquitos es de más de 25 millones de pesos.

Pero eso a Eduardo Rivera no le preocupa, de hecho, apuesta a que varios de los trabajadores den por perdido su finiquito.