Si bien se tiene en cuenta que el último año se atravesó la pandemia del COVID-19 y todo lo trastocó; también se reconoce que la capital atravesaba por uno de sus peores momentos que contrastaban con su anterior etapa, en la que se admite que hubo derroche, pero se le dio esplendor y progreso que se palpaba y se comprobaba con la pujanza que saltaba a la vista.

 

El COVID-19 y una mala administración la llevaron a perder valioso tiempo para mantener sus avances.

 

A cambio, se le sometió a nuevos programas que más que agradecerlos quienes supuestamente se verían beneficiados, no se han cansado en reprochar obras como las que supuestamente se definieron para mejorar la movilidad.

 

Y es que tanta pérdida de espacio, de carriles, de estacionamientos para bicicletas y un exceso de bolardos por todos lados, han complicado el tráfico cuando todavía no están todos los poblanos en circulación.

 

Aunque hay que reconocer que hay puntos en los que vienen a poner orden en el tránsito y evitar accidentes como en la avenida Fidel Velázquez, en la que los conductores se daban la vuelta en U en donde les daba gana, provocando muchos incidentes y accidentes en una avenida de mucho tráfico con arribo y salida de enfermos todo el día.

 

Esto sólo representa una línea de acción municipal dentro del casco urbano del municipio. Cabe destacar que los poblanos esperaban más obra, más acciones en materia de calidad de las calles, en las zonas donde se producen muchos baches, esperaban una mayor atención a las zonas verdes abandonadas, la reconstrucción de banquetas, la atención real, no política al problema del ambulantaje que se duplicó con tanto desempleo ahora en la pandemia.

 

Hay queja de que el burocratismo en trámites de toda índole no se logró aligerar, dando oportunidad a expresiones de corrupción.

 

Por lo que en este contexto, se espera de Eduardo Rivera Pérez una gestión prudente, experimentada y comprometida en su regreso al Palacio Municipal por mandato de los 318 mil 424 poblanos que lo eligieron en las urnas.

 

Ahora cabe una precisión…

 

¿Con quién gobernará Eduardo Rivera?  

 

Aquí salta la composición interesante, plural, heterogénea de su cuerpo edilicio.

 

Repasemos.

 

Éste lo conforman 24 personas, incluyéndo al propio Rivera Pérez como primer regidor y Guadalupe Arrubarena como síndica.

 

Por Morena, de acuerdo con los votos alcanzados, entran seis representantes: Leobardo Rodríguez, Elisa Molina, Ángel Rivera, Ana Laura Martínez, Ernesto Aguilar y Carmen María Palma.

 

Por el PRI, entran tres: Karina Romero Alcalá, Christian Guzmán, Leobardo Soto.

 

Por el PRD entra sólo Vanessa Janette Rendón Martínez.

 

Y por el PAN: María Dolores Cervantes, Miguel Ángel Mantilla, Ana María Jiménez, Susana Riestra, Ricardo Grau de la Rosa, Alejandro Cañedo, Myriam Arabián Couttolenc, José Carlos Montiel Solana, Rocío Sánchez de la Vega, Marvin Fernando Sarur Hernández, Gabriela Ruiz Benítez, Manuel Herrera Rojas y Luis Edilberto Franco Martínez.

 

Tiene usted la lista completa de los regidores y su origen político para tenerlos en cuenta e interactuar con ellos cuando se llegue el momento de la toma de decisiones históricas para el municipio.

 

Este equipo entrará en funciones el próximo 15 de octubre y conducirá las riendas del municipio de Puebla hasta el 14 de octubre del 2024.

 

Tómelos en cuenta, guarde la lista y no los abandone, como lo propusieron a lo largo de su campaña política.

 

Una muy buena

 

Fíjese que la mezclilla mexicana, los famosos jeans que en un alto volumen se producen en talleres de Puebla, con su calidad lograron desbancar dentro del mercado norteamericano, a los jeans producidos en China.

 

En México, según datos de la Cámara de la Industria del Vestido, se producen 10 millones de jeans al mes, y más del 60 por ciento de esta producción se exporta al mercado norteamericano.

 

El gusto por estos pantalones se ha acentuado tanto entre hombres como entre mujeres, sobre todo desde el encierro por la pandemia. Y se da el dato de que en los armarios de los varones se cuentan un promedio de seis jeans, y en el de las mujeres entre siete y nueve.

 

Esto ante todo ha permitido afianzar el empleo de miles de mexicanos, sobre todo en los días en los que la totalidad de los sectores productivos tuvieron que parar maquinaria.

 

Hay estudios de que la vestimenta después del confinamiento ya no será como hasta marzo del 2020. Hombres y mujeres después de más de un año de home office cambiaron hábitos y ahora usan ropa cómoda, informal, preferentemente deportiva, la cual se convirtió en su favorita, y con ella regresarán a las oficinas quienes tengan que acudir presencialmente.