“Para corregir el rumbo” de la ciudad que gobernó del 2011 al 2014 no ha dejado de trabajar desde la precampaña, la campaña y después de declarado presidente municipal electo.
El trabajo no se ha concretado a hacerlo desde un escritorio o en mesas de trabajo con los miembros de su equipo; tanto él como sus colaboradores cada día salen a la calle con un objetivo: encontrarse con los habitantes de la ciudad que volverá a gobernar desde el 15 de octubre.
Para enriquecer su plan de acción para él es vital escuchar a toda la gente al tiempo de que la emplaza a sumar su esfuerzo para enriquecer el trabajo y conseguir mejores resultados.
Y es que “para corregir el rumbo” cada habitante de este municipio tiene que involucrarse y sumar su esfuerzo con la consigna de “no dejar solo a su presidente municipal”.
Con todo esto, las señales que manda son buenas en los tiempos por venir para Puebla y sus habitantes. Y su trabajo se enriquece con el respeto y atención que le tiene a cada uno que quiere ser escuchado.
El futuro presidente municipal de Puebla ha instruido a cada uno de los miembros de su equipo sobre esta mística de trabajo de su trienio, la cual han captado muy bien, y así hoy funcionarios elegidos y regidores se mueven con apretada agenda en reuniones y encuentros con todos los ciudadanos y grupos que los requieren y que buscan para tener incluidas todas las voces y todo lo que requiere el presidente de este municipio.
Visto así el futuro inmediato de Puebla, permite confiar en que verdaderamente Rivera Pérez logre corregir el rumbo de Puebla a la brevedad, para rescatar a la capital que siempre ha gozado de señorío, orden, limpieza, y sobre la que se advierte el progreso.