¿Sorpresa?

 

Definitivamente ¡NO!

 

El triunfo de Augusta Díaz de Rivera para dirigir al Partido Acción Nacional, no sorprende, sólo a los aliados de Genoveva Huerta que estaban adoctrinados y convencidos de que ‘su jefa Geno’ tenía todo para arrasar.

 

Lamentablemente en los últimos procesos políticos se da una constante que la totalidad se niega a captar y por eso se equivoca.

 

Y es que está demostrado que el ejercicio del poder desgasta, sobre todo cuando quien lo ostenta se engolosina y solo lo comparte con sus incondicionales, y se niega a escuchar voces disidentes, pero realistas

sobre lo que está ocurriendo.

 

En este contexto si bien Genoveva llevaba todas las de ganar, hay que considerar que por su posición dentro de su partido, tenía en sus manos las estructuras del partido, además de la simpatía de sus superiores.

 

Pero lamentablemente la mujer pese a tener ‘el sartén por el mango’, se confió y se vio arrasada.

 

Esto confirma que aún contando con todas las cartas para ganar, nunca hay que confiarse, sobre todo en los tiempos actuales en los que la gente tiene la oportunidad de disponer de información.

 

Y algo muy importante, sin convertirse en un esclavo de los trascendidos, en política hay que poner atención a todo y nunca menospreciar a quien trae noticias contrarias a tu proyecto.

 

Nuevamente la realidad de un líder dista mucho de la realidad de sus representados que terminan dándole la espalda.

 

Teniendo en cuenta esto, Augusta Díaz de Rivera desde que decidió participar en una lucha de tú a tú con la lideresa de su partido, no escatimó atención a todos, y se dedicó a sumar panistas de todas las condiciones y definiciones.

 

Hoy, cargada de proyectos que propuso en su campaña, Augusta además de emprender la obligada operación cicatriz, busca sumar a todas las corrientes del panismo poblano para fortalecer al partido que lejos de las definiciones morenovallistas debe mantenerse de pie para consolidarse como una oposición fuerte, sensata, con propuestas y opciones para sacar adelante los retos de la nación golpeada por la crisis mundial recrudecida por la pandemia.

 

Augusta sumará y reitera su compromiso de desplegar un trabajo incluyente y oportuno para conseguir los equilibrios que el sistema político mexicano necesita, por el bien de todos.