Hemos repetido aquí lo dicho por el abogado poblano Carlos M. Ibarra, en una de sus clases de economía política de la escuela de Derecho de la BUAP hace poco más de medio siglo: los pueblos que no sean autosuficientes en alimentos básicos y en energéticos, fácilmente podrán perder su soberanía en un conflicto internacional.
Lo que está ocurriendo ahora, le da totalmente la razón y debe alertar a todas las naciones para asegurar esos dos elementos: alimentos y energéticos, al control del estado.
La pandemia del COVID-19 y ahora la guerra que Rusia le está haciendo a Ucrania han puesto a temblar a naciones que aparentemente son fuertes, pero dependen de importaciones de gas, combustibles y alimentos de otras naciones, como el caso de Alemania, que depende del gas ruso o España, que depende de la electricidad que está en manos de una empresa privada, conocida en México por su ambición desmedida y su falta de solidaridad, incluso con la población de su país de origen.
LOS GOBIERNOS SURGIDOS DEL PARTIDO DE la Revolución de 1910, hasta José López Portillo, siempre estuvieron vigilando que no faltara maíz, frijol y arroz, base de la alimentación de la gran mayoría de familias mexicanas.
Los gobiernos que sucedieron a López Portillo consideraron que siendo México un país petrolero le convenía más comprar esos alimentos al extranjero y aquí producir otro tipo de alimentos con mayor cotización en el mercado, para ser exportadores.
Retiraron todos los apoyos que se daban al campo a través de los bancos agrícola, ejidal y rural; el apoyo técnico que se brindaba a los campesinos (agrónomos y veterinarios) a través de la Secretaría de Agricultura y la producción de básicos para la alimentación de los mexicanos, se derrumbó.
¿QUÉ VAMOS A HACER AHORA QUE EXISTE UNA gran inseguridad alimentaria en todo el mundo, según anunció la FAO, el organismo mundial que atiende los problemas de alimentación?
Producir los alimentos necesarios para asegurar la canasta básica y para eso el Gobierno federal, los gobiernos estatales y aun los municipales deben atener los problemas del campo con rapidez y eficiencia. Si se brindan los apoyos necesarios a los campesinos y hay un buen temporal de lluvias, ya la hicimos, pero si no…
La FAO aconseja seguir con las medidas de protección social, que en estos momentos son de máxima importancia.
Puede lograrse reactivar la agricultura y la ganadería con buenos programas y un buen temporal de lluvias, pero de nada valdría si no hay recursos económicos, aunque sea mínimos, en las clases medias y pobres, para adquirirlos. Los programas sociales deben continuar y fortalecerse para no caer en una hambruna, que sería más aterradora que la pandemia.
HA SIDO UN ÉXITO EL REGRESO A CLASES PRESENCIALES en todo el estado: 99.3 por ciento de los planteles, que suman un total de 12 mil 315, están ya recibiendo a miles de alumnos y maestros, para reanudar sus trabajos pero en forma presencial y no virtual, que ha sido durante la pandemia.
Sólo 86 escuelas no pudieron iniciar sus labores porque el Capcee, que es el organismo encargado de la construcción y mantenimiento de los edificios escolares, todavía está trabajando en la rehabilitación de esos planteles.
De los 80 mil 942 maestros que componen la plantilla de la SEP, se presentaron a trabajar 80 mil 939, los tres que faltaron tienen incapacidad por alguna enfermedad, según el informe de la SEP.
LOS PRIISTAS QUE HEMOS ENTREVISTADO SOBRE el futuro de su partido están convencidos de que si su organización no se renueva, irá perdiendo cada día más espacios, pero están convencidos de que con un buen trabajo partidista, se puede recuperar mucho de lo perdido.
Los que siguen en pelea permanente son los del PAN. Los desencuentros que tuvieron durante el gobierno estatal que presidieron, los dejaron con una división difícil de terminar. El PRD, ¿existe?
¡HIPOLITO CONTRERAS VIVE, la lucha sigue!
