1.- Los grandes perdedores de las sentencias del TEPJF que recompusieron el Congreso poblano son las instituciones electorales de Puebla. Tanto el TEEP como el Consejo General del IEE o tienen un nivel técnico ínfimo, o son igual de susceptibles que sus predecesores a las presiones del poder.
En específico, los magistrados Adrián Rodríguez Perdomo, Norma Angélica Sandoval e Idamis Pastor ―que ni poblana es ni sabe de derecho electoral― deberían renunciar por burros. El TEPJF los ridiculizó en el caso de los distritos de Zacapoaxtla, del 9 de la capital, y la asignación de plurinominales los hace merecedores de una paca de alfalfa ―en el mejor de los casos―.
El caso del Distrito 9 ni siquiera ameritó discusión y lo despacharon en cinco minutos de tan burdo que fue el razonamiento jurídico de los magistrados locales. Así el nivel.
2.- La intervención grosera desde el poder para quitarle el triunfo a Mónica Della Vecchia y dárselo a Melissa Jauli, así como de declarar nulo Zacapoaxtla, detonaron el cabildeo directo de Mario Delgado en el TEPJF en defensa de Carlos Evangelista.
El pleito entre Mario Delgado y el gobernador Barbosa sigue encendido, pues las antorchas se volvieron a prender con las declaraciones a Adela Micha. El presidente nacional ordenó a sus mejores operadores jurídicos ─Sergio Gutiérrez y Eurípides Flores─ que le dieran máxima prioridad a la asignación de plurinominales del Congreso poblano.
3.- Responsable de sus propios pecados, Evangelista regresa del infierno para disputarle a Sergio Salomón el liderazgo de la bancada de Morena, pero también del Congreso. Y lo hace con la venia directa de Mario Delgado, que no avaló nunca el nombramiento del ex edil de Tepeaca y por eso no se ha tomado la foto con él.
4.- Con el efecto carambola de las sentencias del TEPJF, el PRIAN ahora sí tiene el contrapeso real sobre la bancada de Morena: 16 vs 16. La negociación ahora será más dura porque el PT va a tener que entrar al rescate, pero la chiquillada ahora también valdrá más para ponerse del lado barbosista.
¿No se les antojará un pedazo de pastel de la Junta de Coordinación? ¿Que sea un año PAN, un año PRI y otro año Morena?
5.- Una bancada partida en dos entre Sergio Salomón y Carlos Evangelista era el sueño de Jorge Estefan Chidiac que, con siete diputados, le pondrá un alto valor a sus votos porque podrá rescatar las votaciones que le interesen al gobernador, aunque el precio será romper el bloque PRIAN.
El ex legislador federal acercó posiciones con Barbosa ofreciéndole el colaboracionismo del PRI, lo que daría una versión tropical del PRIMOR que se construye en San Lázaro pese a los berrinches públicos de Alito Moreno. Así que todos quedarán contentos.
6.- La bancada de Morena en el Congreso pinta para ser tan unida como la fracción de Morena en el Cabildo de Claudia Rivera. El dilema es cuántos legisladores apoyarán a Evangelista y las posiciones que le indique Mario Delgado.
Dicen que Iván Herrera dice estar con ese grupo, pero se sabe que es un profesional de la traición. Xel Arianna ya los había abandonado, pero regresó el sábado pasado. Lalo Castillo es gente de Armenta y se ignora qué posición asumirá el soldadote en la disputa.
Pero la verdadera pregunta es si Evangelista se aventará o sólo amaga para una mejor negociación.
7.- Otro efecto interno en Morena es que, con su diputación en mano, Edgar Garmendia dejará la dirigencia estatal para entregársela a Aristóteles Belmont, que subirá por prelación al fungir como secretario de Organización.
8.- Al gobernador Barbosa le urgen mejores asesores y cabilderos en los tribunales electorales. Juan Pablo Cortés y Agustín Guerrero son un fracaso, pues nomás no ganaron una en todo el proceso electoral 2021.
Un gobernador tan sagaz en lo político seguro tiene a la mano mejores abogados electorales.
9.- Estamos en presencia de un nuevo Congreso que no tiene nada que ver con el que se reunió el viernes a votar la Mesa Directiva.
10.- ¿Le habrá dejado limpia Melissa Jauli la curul a Mónica Rodríguez Della Vecchia? ¿Mínimo, no?
