Viernes, 26 de Abril del 2024
Martes, 05 Octubre 2021 03:52

AMLO sí trajo la “pinche señal”

AMLO sí trajo la “pinche señal” Escrito Por :   Arturo Rueda

La “pinche señal” sí llegó ayer en la zona militar: el presidente López Obrador hizo público su repudio a la alcaldesa, quien queda más sola que una higuera en un campo de golf. No la invitó, no la requirió y no apareció en el escenario de la mañanera. El presidente entiende ya que lo engañaron. Que Claudia no era la mejor posicionada, ni la más competitiva.


 

Para nadie es un secreto que Andrés Manuel palomeó la reelección de Claudia Rivera Vivanco a través de la Comisión de Elecciones de Morena. Lo hizo a pesar de que el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, quería a Gabriel Biestro.

 

 

Algo o alguien convenció al presidente de que la marca Morena podía sacarla adelante. La prefirió a ella al costo de equivocarse, y se equivocó, porque también el hombre más poderoso del país se puede equivocar cuando lo desinforman.

 

Cuatro meses después de las elecciones, ya en octubre, la política puso a todos en su justo lugar, y las cumbres borrascosas que surgieron entre el presidente López Obrador y el gobernador Barbosa ayer dieron paso a una soleada mañana de reconciliación.

 

El presidente es presidente, el gobernador es gobernador, y Claudia Rivera despide un olor fétido de derrota electoral y corrupción. Es un cadáver insepulto que no encuentra paz ni encontrará en los meses o años por venir.

 

 

Claudia fue la manzana de la discordia entre AMLO y Barbosa. Ni quien lo pueda negar. Pero fue una manzana envenenada por podrida.

 

La “pinche señal” sí llegó ayer en la zona militar: el presidente López Obrador hizo público su repudio a la alcaldesa, quien queda más sola que una higuera en un campo de golf. No la invitó, no la requirió y no apareció en el escenario de la mañanera.

 

El presidente entiende ya que lo engañaron. Que Claudia no era la mejor posicionada, ni la más competitiva. Que las encuestas que Gabriel García le mostró estaban amañadas, y que esa candidatura fue el pago para que Eloísa Vivanco firmara todo en la Comisión de Honor y Justicia.

 

Fue un pago oneroso, porque no sólo costó la alcaldía de Puebla, sino cuatro diputaciones federales y derrotas municipales en toda la zona metropolitana. Un desastre electoral que hundió a Morena por su radiación tóxica.

 

Ayer el presidente lavó su equivocación.

 

Llenó de elogios a Barbosa por su política de seguridad, por colaborar en el plan nacional de vacunación, por atender a los damnificados de Grace. Le dio su lugar, mientras en algún lugar desconocido la alcaldesa se quedó vestida y alborotada, rumiando su coraje.

 

 

Que se vaya acostumbrando, porque su desprestigio es tal que nadie en su sano juicio va a querer sacarse una foto con ella, a excepción de todos los que medraron de la corrupción de ese Ayuntamiento, y eso quién sabe, porque cuando comience la persecución muchos van a buscar salvarse.

 

Con el desprecio presidencial, Claudia no tiene esperanza de que alguien la rescate del camino oscuro que conduce al penal de San Miguel. A ella y sus principales secuaces.

 

Quedó a merced de los leones sedientos de sangre.

 

Que sirva como escarmiento.

 

Google News - Diario Cambio