El PRIAN quiere darle más dinero al proyecto político de Eduardo Rivera a la gubernatura de 2024.
Se entiende y es lógico: entre 150 y 200 millones de pesos anuales no le caerían nada mal al edil panista. Con eso, y con que no tiene que pagar intereses porque Claudia le dejó saldada la deuda, tiene dinero de sobra para 2022.
Además, el Congreso le da un aval para contratar un crédito por 220 millones pagaderos en su gestión.
Con esa tonelada de dinero, el PRIAN posicionará inercialmente a Lalo.
Esos 150, 200 millones de pesos extra, es la recaudación real que se espera por el pago al Derecho al Alumbrado Público, el famoso DAP que la Suprema Corte de Justicia prohíbe que lo cobren los ayuntamientos porque todo lo relacionado con energía eléctrica es materia federal.
Pero Jorge Estefan Chidiac y Lalo Alcántara quieren que el Ayuntamiento de Puebla recaude ese dinero. No es un “impuesto” en estricto sentido, pero es una carga más al bolsillo de los poblanos.
Pero las matemáticas del Congreso no les dan: el PRIAN reúne 16 diputados, menos Aurora Sierra que ya dijo que no va con el DAP porque es una carga a los ciudadanos.
El dúo Estefan- Alcántara, con sus 15 votitos, no tiene la fuerza suficiente: necesita que Morena-PT sume sus votos. Necesita que Morena-PT apuñale el bolsillo de los poblanos.
Y aquí viene lo interesante: ¿Sergio Salomón Céspedes va a poner su mayoría para fortalecer financieramente al proyecto político del PRIAN rumbo al 2024, y darle más dinero a su candidato a la gubernatura?
Ah caray. Lo veo difícil.
Sería casi como que los diputados de Morena-PT se pusieron de burrito para que Lalo les brinque encima y alcance la gubernatura.
Pero no es solo una cuestión de cálculo coyuntural rumbo al 2024: se trata del proyecto de Morena para apoyar a los sectores económicos desfavorecidos.
¿No hay más pobres urbanos en Puebla capital? ¿No sería un golpe económico a ellos?
Imponer un pago por el alumbrado público no suena muy 4T y ayer así lo expresó el presidente del Congreso: “lo veo difícil”.
Pero lo “veo difícil” no es una negativa rotunda: es dejar la puerta entreabierta para que se cuele un golpe al bolsillo ciudadano.
Y el problema final, decisivo, es la negativa reiterada de la Suprema Corte de Justicia para que los Ayuntamientos cobren el DAP bajo argumentos muy concisos. Apenas la SCJN le enmendó la plana al Congreso poblano por el aval realizado por la anterior Legislatura.
¿Sergio Salomón se quiere llevar su primer strike ante la Corte?
Lo dudo mucho, porque aunque Estefan y Alcántara le buscaron chichis a las hormigas, es decir, un giro argumental, no es convincente: van a volver a perder en la Suprema Corte.
Y a todo esto: ¿por qué anda Alcántara tan lalista?
Sencillo: espera que esa recaudación de 150, 200 millones de pesos, le haga olvidar a Eduardo Rivera su pasado genovevista. Se ve difícil, pero la lucha tiene que hacerse.
