La navidad se convirtió en una época del año donde aparte de reunirse en familia, se conmemora, de acuerdo a la religión católica, el nacimiento de Dios. Por lo que aparte de colocar un arbolito lleno de luces y esferas, se suele poner un nacimiento con figuras de barro, haciendo alusión a dicha epifanía.
En el estado, los artesanos de barro se han distinguido por las peculiares y especiales figuras, pues no sólo hacen platos, tazas, sino que puedes encontrar desde un borrego, hasta la virgen María y José para colocar en tu nacimiento.
Este año, como parte del programa de reactivación económica y turística en Puebla, se creó un recorrido a la ‘Tradición de los nacimientos’, en diversas iglesias y lugares de la ciudad.
Sin embargo, uno de los nacimientos expuestos en este recorrido, vale la pena resaltar la creación del monumental nacimiento expuesto en el zócalo capitalino, el cual fue elaborado 100 por ciento de talavera poblana.
Uriarte Talavera, empresa encargada de recrear el nacimiento, se estableció en Puebla en 1824. Por lo que esta representación nace con la necesidad de incorporar en un solo conjunto escultórico una escena religiosa.
La pieza pasó por un proceso de elaboración muy riguroso, en el que se tuvo la participación de un arquitecto, llamado Federico Muñoz Fuentes, por lo que era fundamental utilizar un lápiz y papel para plasmar la idea en un dibujo.
Quien de la mano lo ayudó, fue Jorge Llaca, quien estuvo a cargo de la dirección creativa, pero quienes hicieron realidad la idea de estos dos hombres, fueron las manos de los artesanos.
Historia del Nacimiento
El origen de los nacimientos se remonta a la época de San Francisco de Asís, quien fue el primero en instalar un nacimiento viviente para ejemplificar el nacimiento de Jesús. La fecha exacta es desconocida, pero pudo haber sido en 1223.
Cuando se fundó la orden franciscana, San Francisco recorría las poblaciones de su natal Italia con el fin de predicar la palabra. En ese invierno de 1223, mientras andaba cerca de Rieti, lo sorprendió la Navidad en la ermita de Greccio, donde se inspiró y reprodujo el nacimiento del niño Jesús.
Ayudado por otros frailes, construyó una casita de paja, un portal y un pesebre e invitó a todos los lugareños a integrarse en una escena viviente, con José y María, el niño recién nacido, los pastores, un buey y un burro, para hacer más real la represantación.
Desde entonces, como parte de la evangelización española, se empezó como tradición colocar un nacimiento en los hogares para representar este acontecimiento.
Información obtenida de: Uriarte Talavera y México Desconocido
Te recomendamos:
Paola Sánchez Rodríguez
@Diario_Cambio