El clan familiar García Viveros fue el responsable de la corrupción de la compra de las microdespensas que otorgó el gobierno de Claudia Rivera durante la pandemia. Fuentes consultadas por CAMBIO detallaron que fue el coordinador de la presidencia quien ordenó el proyecto, su suegra María del Carmen Jiménez armó el proyecto de adjudicación y compra de las despensas y tras estallar el escándalo detonado por esta casa editorial por los sobrecostos, Pamela Galindo, novia de Andrés, limpió el expediente en su papel de subcontralora de Adjudicaciones.
El conflicto de intereses de Andrés García inició en abril del 2020, cuando ordenó, armó y operó la compra de miles de apoyos alimentarios para ser entregados con pretexto de la pandemia, encargando todo el proceso a Carmen Jiménez Brito, quien realizó el proceso por adjudicación directa con pretexto de la urgencia y la crisis del COVID-19, por lo que adquirió 27 mil 600 despensas con un presupuesto de 12. 4 millones de pesos.
Bajo el argumento de emergencia por la contingencia sanitaria se adjudicó de manera directa a la empresa Comercializadora de Productos y Servicios de Puebla SA de CV, quien emitió cinco facturas para cuadrar los montos de cada uno de los paquetes.
Sin embargo, CAMBIO evidenció el negociazo que el gobierno de Claudia Rivera realizó con la compra de las despensas, ya que el costo por unidad que repartió el Ayuntamiento de Puebla fue en promedio de 489 pesos, lo que no cuadraba con el pobre contenido, por lo que esta casa editorial se dio a la tarea de cotizar los productos alimentarios, dejando en evidencia que el costo real fue de 289 pesos, por lo que el gobierno los adquirió un 60 por ciento más caro.
Lo anterior provocó que Claudia Rivera Vivanco, junto con su hermana Mayte, presidenta del DIF municipal, intentaran disfrazar las cifras, diciendo que no sólo se iban a entregar las 27 mil despensas si no ahora serían 37 mil porque el costo unitario fue de 338 pesos.
Pamela Galindo tarda 48 horas en cuadrar cifras
Como consecuencia, el lunes 5 de mayo los regidores del Cabildo le exigieron a la presidenta esclarecer los sobrecostos de los paquetes, el cual fue entregado 48 horas después, pues se realizaron modificaciones en el contrato.
Fue ahí que entró Pamela Galindo Jiménez, subcontralora de Adjudicaciones, a hacer una revisión del proceso que llevó a cabo su mamá desde el DIF municipal y tuvo como encomienda el cuadrar todas las cifras y exonerar a su progenitora de cualquier anomalía en la adquisición y compra de las despensas.
Este documento en poder de CAMBIO dejó en evidencia que Claudia sólo había entregado 27 mil 600 paquetes, por lo que Pamela Galindo tuvo que cuadrar las cifras, pues de 198.20 pesos que informaron que costó cada despensa, al final tuvo un costo 338 pesos, una ‘danza’ de cifras que demuestra la intención de obtener un ‘moche’ superior a los cinco millones de pesos.
No obstante, el propio DIF municipal, donde labora la suegra de García Viveros, por medio de una tarjeta informativa entregada a esta casa editorial, reconoció que sólo se repartieron 27 mil 600 despensas, por lo que sí se invirtieron 12 millones 400 mil pesos; al dividir el costo por el número de paquetes, se pagaron realmente 449 pesos por cada uno, mientras que en el contrato que firmó el organismo con la empresa proveedora Comercializadora de Productos y Servicios de Puebla SA de CV fue de 338 pesos por paquete.
Por tal motivo, la directora del Sistema Municipal DIF, Silvia Jaime Hernández, el 22 de octubre en su comparecencia ante los regidores aseguró que su organismo únicamente otorgó 27 mil 600 despensas con un presupuesto de 9 millones 329 mil 462 pesos, es decir, cuadró las cifras y descartó que se hayan gastado los 12.4 millones de pesos originalmente destinados, aunque no aclaró qué se hizo con el resto de las despensas.
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Ricardo Juárez
@RicardoJuaAlma