Mario Marín Torres fue el principal orquestador de la detención y tortura de la periodista Lydia Cacho después de haber exhibido a Kamel Nacif como miembro de una red de pederastas en México, el ex gobernador priista logró estar prófugo de la justicia por más de 2 años en los cuales le fueron canceladas sus cuentas bancarias por la UFI para acelerar su detención.
A casi 15 años de ocurriera el caso Lydia Cacho, Mario Marín fue detenido por elementos de la Fiscalía General de la República en Acapulco, Guerrero, para ser trasladado a Cancún, lugar donde violó la integridad de la periodista poblana al ser detenida sin argumentos y torturarla en el traslado a Puebla además de haber sido abusada por sus captores, según su versión.
La historia de la detención de Mario Marín tuvo sus inicio en 2005, cuando Lydia Cacho publicó el libro “Los Demonios del Edén” en donde evidenció una red de pederastas encabezada por Jean Succar Kuri, quien fue detenido en 2004 en Arizona y extraditado a México.
En el libro, la periodista evidencia cómo esta red fue encubierta por varios funcionarios públicos y empresarios, entre ellos Kamel Nacif quien tras ser señalado en el libro le pidió a Mario Marín “calmar” a Lydia Cacho, por lo que el gobernador poblano giró una orden de aprehensión y efectuó la detención de la periodista en Cancún mientras vacacionaba con sus amigos, siendo trasladada semi desnuda a Puebla para ser “procesada”.
La periodista denunció a los principales involucrados en el caso, Mario Marín Torres, Adolfo Karam y Kamel Nacif, pero la orden de aprehensión fue negada por un juez federal; hasta que en 2018 se promovió una apelación contra la resolución de dicho juez.
Fue hasta el 11 de abril de 2019 que la magistrada María Elena Suárez Préstamo, a cargo del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito en Quintana Roo del Poder Judicial de la Federación falló a favor de la periodista y giró una orden de aprehensión contra Mario Marín y sus cómplices.
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José Campos
@josecamp11