Después de la protesta que armaron médicos y enfermeras del Hospital de Traumatología y Ortopedia a través de redes sociales para ser vacunados hace tres semanas, apenas este viernes lograron ser acreedores a la primera dosis de Pfizer contra el COVID; sin embargo, algunos presentaron reacciones secundarias como desmayos.
Fueron alrededor de 280 trabajadores que sintieron el abandono y rechazo de la Federación y hasta del propio IMSS por no contemplarlos en el Plan de Vacunación Nacional, cuando ellos también han atendido a pacientes infectados que han llegado a esta clínica a lo largo de la pandemia.
Sin embargo, fue hasta este viernes que su desesperación mostrada con frases como “No me han vacunado y sigo trabajando, esperamos nuestro turno”, fue tomada en cuenta y en el auditorio del Hospital IMSS San José pudieron ser inoculados contra el COVID, aunque ellos permanecieron casi cuatro horas hasta las 21:00 horas para, al fin, recibir la primera dosis.
El proceso de vacunación
Vestir el uniforme de enfermera o de médico para poder ser vacunado no es parte de los requisitos para ser acreedor a la dosis de Pfizer, pues los trabajadores del sector salud además de las largas filas tuvieron que pasar a unos módulos para que se les gestionara su código QR de que fueron vacunados ante el Gobierno federal, llevando acreditaciones como credencial personal, número de trabajador, entre otros documentos, para poder estar registrados.
Una vez completado este proceso, en grupos de ocho personas para mantener la Sana Distancia, ingresaron al auditorio del IMSS San José, donde se vivió un ambiente tanto de esperanza como de nerviosismo, pues aunque esto es un aliciente para seguir al frente de la pandemia, algunos llegaron a sufrir reacciones secundarias por la vacuna.
Incluso, una mujer estuvo al borde del desmayo, recibió la primera dosis y a los pocos minutos comenzó a marearse y su respiración a agitarse; rápidamente los médicos comenzaron a pedir apoyo o una camilla para que pudiera recostarse. Sin embargo, sólo se necesitó una silla de ruedas y un tanque de oxígeno para estabilizarla y poco a poco comenzó a recuperarse.
Todo este proceso es custodiado por elementos de la Guardia Nacional, quienes se mantuvieron en el escenario del auditorio para supervisar el orden y la inoculación a los trabajadores del sector salud del IMSS. Ahí, suben cuatro personas al estrado, toman asiento en una silla y enfermeras del Instituto realizan la aplicación de la dosis de Pfizer.
Gracias a Dios, esto es una esperanza
Entre lágrimas salieron los trabajadores del IMSS de Traumatología y Ortopedia del auditorio de dicho sanatorio tras recibir la vacuna, pues creían que jamás serían tomados en cuenta y gracias a su protesta por medio de redes sociales que causó indignación para todo Puebla, lograron ser escuchados.
“Sé que todo el personal está expuesto y en riesgo latente, pero pronto tendremos la vacuna para el resto del personal, por lo pronto gracias al IMSS y al Sindicato por gestionar esto para que nos hayan dado la primera dosis, esto es una esperanza, gracias a Dios”, fueron las palabras de un enfermero de Traumatología y Ortopedia, quien expresó lo contento que se encontraba de recibir la vacunación.
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Fernanda Escobedo
@mf_escobedo