Nuestra premisa básica es muy simple y sencilla, pero en muchas ocasiones irreal.
La amistad como la lealtad son carreteras de doble sentido. Son de ida y vuelta; de aquí hacia allá y viceversa. Entre compadres hay amistad; uno se la brinda al otro en diferentes momentos.
En las estructuras de poder sucede lo mismo. No se trata de una relación de amistad, sino de lealtad. En el Ejército un General espera lealtad de su capitán, quien a su vez habrá de ser reconocido y recompensado por esa integridad.
Incluso en las mafias existe ese precepto toral. Sobre la lealtad se cimentan las organizaciones más poderosas.
En la literatura encontramos el mismo principio. En ‘La Divina Comedia’ de Dante se considera a la traición como la mayor aberración de la conducta humana.
Este fue el tuit que publicamos la noche del viernes 10 de noviembre: “La realidad es que AMLO traicionó a Nacho Mier. El diputado fue su más leal operador y al final lo dejó solo. Fue una traición a nivel Palacio Nacional”.
Horas después nos percatamos que la reflexión coincide con otras voces, como por ejemplo Luis Carlos Ugalde quien sin mencionar el nombre de Ignacio apuntó:
“Hizo todo para ser candidato en Puebla, incluyendo una reforma para debilitar al Poder Judicial, aprobar un presupuesto sin apoyo suficiente para Acapulco y fue -en general- un soldado disciplinado de @lopezobrador_. Ya fue descartado. Ahora entiendo por qué Morena pospuso 10 días la publicación de candidaturas: para que le aprobaran el presupuesto a AMLO sin cambio alguno. Luego de eso cualquiera es desechable”.
El tuit de otra figura destacada concuerda; Héctor de Mauleón escribió:
“Me intriga la manera en que AMLO usa, aplasta y anula a las personas que tienen a su alrededor. Eréndira, Olga, Marcelo, Monreal, Adán Augusto… Los nombres sobran. Pero lo inquietante es que ahí siguen, y en la fila haya tantos dispuestos a que los dejen como limones exprimidos”.
Son opiniones sobre una misma actitud.
Durante su periodo como diputado federal Moisés Ignacio Mier Velazco atendió todas las indicaciones del presidente López Obrador.
Aún sus críticos más viscerales así lo reconocen. Lo acusan de orquestar una embestida contra los fideicomisos del Poder Judicial, sin embargo, omiten que no fue una iniciativa propia, sino una indicación que atendió de manera rigurosa.
Sirvió con esa “lealtad ciega” que tanto demanda el mandatario.
Al final en una encuesta más que cuestionable perdió la medición por menos de un punto porcentual. Por favor que nadie se engañe; fue otro de los desplantes de López Obrador que así castiga a quienes le brindan su lealtad.
Incluso la “corcholata” elegida Claudia Sheinbaum también sufrió el embate, una ofensiva premeditada.
Durante años estuvo preparando a Omar García Harfuch como sucesor. Pese a las críticas y descalificaciones el jefe policiaco subió su índice de aceptación en una de las ciudades más pobladas del mundo.
El llamado “batman capitalino” tenía entre 14 a 16 puntos por encima de Clara Brugada. En una encuesta legítima y legal García debería ser el abanderado, pero un manotazo en Palacio Nacional lo lanzó fuera del tablero de juego.
Lo mismo sucedió en Chiapas donde Sheinbaum apoyaba a Sasil Dora Luz de León Villard. Pero ahí no valió ni la ventaja que tenía, ni el género femenino.
En todo el país las supuestas encuestas quedaron rebasadas por el “dedazo” que tanto criticaron.
Pese a todo Nacho Mier sigue manteniendo la lealtad, disciplina e institucionalidad que desde siempre lo caracterizan. En horas recientes aceptó la candidatura al Senado de la República.
Seguirá en la batalla, pese a la traición mayúscula de que fue víctima.
Como siempre quedo a sus órdenes.
X @CupulaPuebla
