Domingo, 10 de Diciembre del 2023
Viernes, 21 Julio 2023 00:06

PAN sin gluten

PAN sin gluten Escrito Por :   Alexis Da Costa

Los viejos caciques del PAN, como el gluten en el pan, han sido demonizados y cuestionados por su manejo del poder y su falta de apertura a las nuevas ideas


 

En el paisaje político poblano, el PAN ha sido durante décadas un nombre recurrente, un ingrediente principal en el menú electoral. Sin embargo, como el mundo culinario, la política también evoluciona y se renueva, y el PAN parece haberse quedado estancado en el tiempo. En medio de un auge morenista, el PAN poblano sufre por la falta de perfiles serios y estables para hacer frente a lo que viene en las próximas elecciones.

 

Los viejos caciques del PAN, como el gluten en el pan, han sido demonizados y cuestionados por su manejo del poder y su falta de apertura a las nuevas ideas; cada que inician los procesos electorales podemos ver a panistas rechazando la idea de que “los mismos de siempre” sean quienes aparecen en las boletas.

 

Como respuesta, han surgido nuevas generaciones dentro del partido, algunas buenas con serias aspiraciones y verdaderas posibilidades de hacer frente en sus municipios, pero también encontramos a aspirantes nuevos, surgidos de la nada, con poca madurez política y falta de sentido de pertenencia con los principios básicos del partido azul, desde ahora los llamaremos ‘panistas sin gluten’.

 

El panismo sin Gluten suena prometedor, pero lamentablemente, su alcance y aceptación son limitados. A pesar de sus esfuerzos por diferenciarse de la vieja guardia y atraer a nuevos votantes, sus propuestas no logran calar en la mayoría del electorado. Al igual que el pan sin gluten, consumido por un grupo reducido de personas con necesidades especiales, estos panistas solo parecen conectar con una porción minoritaria de la población.

 

Y es aquí donde el PAN se enfrenta a un dilema difícil de resolver: si quiere sobrevivir políticamente, debe reconocer que sus “panistas sin gluten” no son suficientes para mantenerse en el juego electoral. Las grandes panaderías, como las fuerzas políticas mayoritarias, tienen que ofrecer variedad y satisfacer el apetito de la mayoría. Así, en la búsqueda de votantes, se ven obligadas a vender también el "pan con gluten", es decir, recurrir a perfiles políticos tradicionales aún contra su voluntad, contra lo que piensan y contra lo que dicen cuando faltan varios meses para el proceso electoral.

 

No falta mucho para que nuevamente veamos en diferentes municipios poblanos los pronunciamientos de estos panistas atacando a yunquistas, panistas tradicionales y hasta a uno que otro ex morenovallista, abanderando la causa de un PAN nuevo, con ideas frescas e ideales muy lejanos a la derecha que caracteriza a su partido.

 

“Ahora sí les cerraremos la puerta a quienes han tenido secuestrado al partido.”

 

Dirán algunos.

 

“Es tiempo de que las nuevas generaciones salten a la escena política y ocupen posiciones de poder”.

 

Dirán otros.

 

El discurso durara un par de meses más.

 

Hasta que las cuentas ya no salgan.

 

Hasta que las canicas ya no alcancen.

 

Hasta que los panistas “con gluten” salgan de su escondite político para ofrecer su mano.

 

Entonces los vocearan como la mejor opción.

 

Celebraran los buenos resultados de sus anteriores gobiernos y ocultaran los malos.

 

Vocearán sus voces en campaña con gran alboroto y darán mil y una razones por las que aquellos perfiles son mejores.

 

Algunos ganarán.

 

Otros perderán de nuevo.

 

A esos los culparan nuevamente.

 

Dirán que son “caciques” y que la ciudadanía ya esta harta de los mismos perfiles.

 

Y entonces… comenzara de nuevo la historia.

 

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