Martes, 14 de Mayo del 2024
Martes, 05 Septiembre 2023 01:56

El fenómeno X

El fenómeno X Escrito Por :   Irma Sánchez

Xóchitl Gálvez es todo un fenómeno de esfuerzo, trabajo, convicción, aspiración y compromiso, descubierto por su contrincante, el presidente de México.


Los mercadólogos están sorprendidos y hasta se sienten rebasados.

 

Los políticos tratan de reubicar sus preferencias.

 

Xóchitl Gálvez es todo un fenómeno de esfuerzo, trabajo, convicción, aspiración y compromiso, descubierto por su contrincante, el presidente de México.

 

En menos de tres meses sin proponérselo, se impuso en las preferencias de jóvenes, maduros, hombres y mujeres.

 

Y lo increíble, su fuerza logra sumar hasta a aquellos a los que la política los harta, la rechazan y detestan.

 

Esto se confirma al convertirse en la candidata del Frente Amplio por México, en el que después de algunos desencuentros y la declinación de figuras que trabajaron por la candidatura, deciden unirse a ella.

 

Panistas, priistas y peredistas, con los hechos demuestran que están convencidos de que sumados será posible vencer al contrincante que para la campaña y la contienda tiene el sartén por el mango.

 

El reto no es fácil.

 

Pero las condiciones de desgaste del poderoso contrincante favorecen las expectativas del frente y su ‘chica súper poderosa’ que cada vez que habla, va hilvanando sentires, descontentos, frustraciones, aspiraciones y anhelos.

 

Su presencia ha venido a romper tradiciones, ritos, el boato con el que tradicionalmente se secuestra a los candidatos.

 

En Xóchitl todo es espontaneo y práctico, como los carteles que hizo e invitó a hacer extendiendo cualquier cartón y redactándolos a mano con lo que se tiene al alcance, un crayón, un plumón, cualquier bolígrafo, para no derrochar recursos.

 

Ha mostrado que las cosas se dicen de frente y sin tapujos.

 

Sobre la marcha las familias que de generación en generación han cuidado sus expresiones y palabras, hoy las incorporan a su vocabulario y las repiten como ‘Xingonas’ ya no se molestan porque diga ‘huevones’, ‘pendejos’.

 

Ya no se cubren la boca para repetir los calificativos de ‘su candidata’, la mujer de la esperanza.

 

Todo apunta que a Xóchitl, la mujer del huipil, todo se le pasa y se le tolera, a cambio de que llegue a Palacio Nacional y que rescate y haga efectivo aquello de ‘la esperanza de México’ que se quedó en promesa incumplida con todo y becas y pensiones.

 

Ahora se espera el gran final de Morena, tanto se ha dicho, pero la gran mayoría cree que la gran señalada por el dedo divino, será Claudia Sheinbaum Pardo; es más, ahora juegan los futurólogos, los futuristas y los que miran hacia las estrellas.

 

Me explico, un futurólogo es aquel que con base en los estudios matemáticos, electivos y demoscópicos, pueden ser muy exactos.

 

Un futurólogo es aquel que con base a horóscopos y hasta esos augurios del vuelo de un ave, aseguran que todo se predice.

 

Y la realidad es aquella que mide encuestas, estudios y ciertos aspectos subjetivos de la política mexicana.

 

En estos estudios se dice que no habrá problema para que la ungida sea Claudia y que los señalamientos palaciegos serían que en segundo lugar quede don Adán y así don Marcelo no tenga cara para cuestionar que le robaron las elecciones internas.

 

Otros pronostican que la campaña por la presidencia en el 2024 será un juego de damas, ni chinas, ni españolas, sino de dos mujeres muy inteligentes que han hecho política toda su vida.

 

La ‘Tesorito’ aquí puede cantar “2 mujeres, un camino”.

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